El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España eleva en Aragón a 2.889 los casos confirmados de coronavirus y a 224 el número de fallecidos, lo que ha motivado algunos cambios en el sistema sanitario.
La ciudadanía española ha visto, desde la distancia, la lucha sin descanso contra el nuevo COVID-19 en países como China e Italia. Todo parecía muy lejano hasta que el número de contagiados y fallecidos en España ha ascendiendo hasta la cifra de 117.710 y 10.935 respectivamente. Esta situación inesperada para algunos, aunque, previsible para otros, ha obligado a los sistemas sanitarios de todas las autonomías a adoptar medidas excepcionales en un tiempo record.
A pesar de que las redes sociales se han hecho eco del ya conocido «Yo me quedo en casa» durante la pandemia del Coronavirus, desde el Colegio de Médicos de Zaragoza han querido unirse a la iniciativa y animar a los ciudadanos bajo el lema «Nunca antes separarnos nos ha unido tanto». Junto a esto, la organización ha decidido aplicar una serie de medidas que alteran la actividad normal de los sanitarios. Centros de salud, clínicas privadas, hospitales e incluso servicios de emergencia de la ciudad se han visto afectados.
Estas son las medidas recomendadas por el Colegio de Médicos de Zaragoza:
«Cada vez que realizamos una placa o un TAC es complicado», explica Agustín Rodríguez, Hospital Royo Villanova de Zaragoza.
El Gobierno Autonómico afirma que en Aragón se están realizando 300 pruebas diarias para detectar el virus, a pesar de las dificultades con las que tienen que trabajar día a día los profesionales de la salud. «Cada vez que realizamos una placa o un TAC es complicado», explica el Dr. Agustín Rodríguez, Adjunto de Radiología del Hospital Royo Villanova de Zaragoza. «Hay que organizar bien el escáner, cubrirlo y posteriormente limpiarlo de arriba a abajo, lo que conlleva una hora y media».
Toda la actividad programada de los centros hospitalarios está paralizada. Los sanitarios se han visto obligados a dejar de atender a pacientes con otro tipo de patologías, aumentando así las listas de espera. El doctor García Tirado, Jefe de Cirugía del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, comenta que deben priorizarlos contagios por Coronavirus y los casos de urgencia: «Con el entorno hospitalario actual, no podemos ofrecer al resto de pacientes unas garantías mínimas de que no contraigan el COVID-19».
La Dra. Concepción Ferrer, presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza, analiza la situación de crisis:
LA LUCHA DIARIA EN LAS CONSULTAS DE ZARAGOZA
La ralentización en el diagnóstico que implica aplicar de manera correcta todas las medidas de higiene, también ha afectado a las consultas de Atención Primaria. El Colegio de Médicos de Zaragoza decretó el empleo de la consulta telefónica para solucionar dudas, reduciendo a casos muy concretos la presencia física de los pacientes y las exploraciones. «El día a día en el centro está siendo duro por las inmensas llamadas telefónicas que se producen», confiesa Belén Lomba, Doctora del Centro de Salud de Utebo. «La gente está muy nerviosa».
La falta de material sanitario es una de las principales preocupaciones de los profesionales durante esta crisis.
Además, cada centro de salud tiene sus propios métodos para trabajar de la manera más segura posible. Buscan formas para mantener la distancia de un metro y medio de seguridad, hacen guardias de más de veinticuatro horas para reducir el número de profesionales trabajando al mismo tiempo e, incluso, evitan juntarse con sus compañeros para reducir el riesgo de contagio.
«Nosotros tenemos que estar debidamente protegidos», cuenta la Dra. Lomba. «Vamos con mascarilla, dos pares de guantes y, cuando valoramos a un paciente con una posible sospecha, tenemos que llevar una bata de protección». A pesar de la situación de escasez de material sanitario en la que se encuentra todo el país, las consultas de Zaragoza trabajan con las existencias que les llegan. Por este motivo, el Colegio de Médicos de la ciudad ha lazado una iniciativa para la donación de material de protección sanitario.
Esta es la situación actual en Zaragoza:
Los sanitarios tienen unas bolsas de plástico. El material va llegando de manera reducida. Para realizar una intervención utilizan unas pantallas.
LOS FACTORES EMOCIONALES DEL COVID-19
Cada noche, los ciudadanos salen a sus balcones a agradecer a los sanitarios todo su esfuerzo y trabajo durante esta crisis. Un reconocimiento del todo necesario ante sus interminables jornadas de trabajo que, incluso, llegan a mermar el estado de ánimo de todos aquellos que se encuentran en la primera línea de batalla. Numerosas preocupaciones inundan sus pensamientos. Entre otras, la falta de material de protección, el ambiente tenso entre compañeros o la posibilidad de contagiarse ellos mismos. «Que no te hagan la prueba pensando que has tenido un contacto produce mucha angustia», confiesa el Dr. García Tirado
El Dr. Rodríguez cuenta como viven de manera más personal esta situación en el Hospital Royo Villanova de Zaragoza:
La falta de test para controlar a los sanitarios preocupa aún más en el ámbito de la sanidad privada. El Dr. Néstor Herraiz, trabaja en su propia clínica ginecológica y confiesa que, durante esta situación, el sector privado se encuentra en un limbo. Además de tener un acceso más restringido a las pruebas de detección, Dr. Herraiz reconoce que su gran preocupación es que «somos autónomos y si no trabajamos no podemos pagar el material sanitario ni mantener a nuestras familias».
Sin duda, todos los profesionales de la salud coinciden en una cosa: sienten miedo por sus seres queridos. Todos los días vuelven a casa después de haber estado con contagiados, lo que les convierte en posibles transmisores del virus. Por este motivo, el Colegio de Médicos de Zaragoza está planteando una medida de aislamiento total en alojamientos externos para aquellos sanitarios que den positivo. «Con esto evitaríamos la estancia en domicilios que, en determinadas condiciones familiares, puede ser muy difícil», reconoce la presidenta del Colegio. «Tras 15 días aislados, los profesionales curados se podrían volver a incorporar a sus actividades habituales».
Sin embargo, toda nueva situación conlleva un proceso de adaptación. El día a día en los hospitales y centros de salud son duros y llenos de incertidumbre, pero incluso los profesionales saben sacar el lado bueno a esta crisis. Desde el Colegio de Médicos de Zaragoza reconocen que todos están aprendiendo y que la sociedad debe comenzar a valorar el sistema sanitario español, sobre todo, por la gran dedicación de sus integrantes.
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