Imagínense un mundo en el que la audiencia permanece impasible ante cualquier injusticia. Una sociedad deshumanizada que únicamente está pendiente del próximo programa de entretenimiento, sin pararse a pensar en lo que hay detrás. Realities extremos que tienen como único objetivo sorprender una vez más al público. Presentadores surrealistas, modas ridículas y una gran ostentación rodeándolo todo. ¿Les resulta familiar?
En un futuro marcado por el recuerdo de las guerras, doce pueblos viven subyugados por el bando vencedor, el Capitolio. Para hacer alarde de su poder, este organiza cada año “Los juegos del hambre”, en los que selecciona una chica y un chico de cada distrito para que luchen entre ellos. Con el fin de alimentar una falsa esperanza entre sus pobladores, el vencedor resultante es colmado de fama y riqueza. Este año la encargada de representar al distrito doce es Primrose Everdeen, pero en el último momento su hermana Katniss se presenta voluntaria.
Katniss es una superviviente, cada día se juega el pellejo atravesando los bosques prohibidos para cazar algo, pese a ello no siente que tenga posibilidades. Lleva viendo los juegos desde niña y sabe que hay auténticos profesionales dispuestos a acabar con su vida para conseguir un trocito de fama. Le queda un largo camino por delante si quiere volver a casa. Hambre, deshidratación, frío y miedo serán sus compañeros durante la batalla. Sin embargo no esta sola, le acompaña Peeta Mellark, que no dejará de sorprenderla.
En 2012 se estrenó la película. Esta superproducción tuvo gran acogida entre el público, no obstante los personajes quedaron algo incompletos, no se consiguió transmitir la personalidad de todos ellos y a pesar de la duración del filme –algo más de dos horas– no logró reflejar toda la esencia del libro. Quizás sea por el afán de convertir la novela en un sucedáneo que continúe con el legado de sagas como Crepúsculo y asegurarse así el éxito entre los jóvenes amantes de las aventuras con fondos románticos.
En cuanto al relato, Suzanne Collins consigue emocionarnos con un personaje que a primera vista puede parecer rudo y frío. Víctima de un entretenimiento cruel, vive situaciones límite que asume con su coraje y determinación. Un ejemplo de cómo mantenerse firme ante las adversidades y a la vez conservar un lado tierno y vulnerable que empatiza con el espectador. Un vínculo que nos lleva a adueñarnos de sus sentimientos y compartir con ella los momentos más amargos.
Estas situaciones de sufrimiento son causadas por el Capitolio y consumen a sus gentes: audiencias que viven ensimismadas, preocupadas únicamente por los excesos y el entretenimiento. Todo vale si el espectáculo continúa. Demasiados puntos en común con la sociedad en la que vivimos, en la que prima el morbo sobre los contenidos dignos.
Reseña del libro «Los juegos del hambre», de Suzanne Collins, realizada por José Miguel Arcusa (2º de Publicidad y Relaciones Públicas) para la asignatura Redacción.
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