Doce años después de su éxito con Antoine Fuqua en Training Day, película por la que ganó el Óscar al mejor actor, Denzel Washington vuelve a las órdenes del director estadounidense en ‘The Equalizer’, un thriller psicológico que ha inaugurado hoy la 62ª edición del Festival de Cine de San Sebastián. En su vista a la capital donostiarra, el actor afroamericano recibirá el premio Donostia a manos del propio Fuqua.
«The Equalizer» es una libre adaptación de la famosa serie televisiva de mediados de los ochenta, en la que Washington encarna el papel del protagonista Robert McCall (blanco en la serie), un detective retirado y camuflado en la ordinariez de la sociedad, sumergido en la monotonía y en la eterna búsqueda de un final para su historia, en la que ni él mismo sabe por qué está. Hasta que aparece Teri, interpretada por Chloe Grace Moretz. Cuerpo, mente y espíritu. Una joven descarrilada con un sueño de ser cantante, y que lucha por sobrevivir trabajando en una red de prostitución soviética. Teri busca refugio en la calma y templanza de McCall, que visita cada día el mismo restaurante para tomarse una tila y leer un libro. La rebeldía de Teri y la ira en consecuencia de su jefe es la chispa que despierta a McCall de su profundo letargo y le hace entrar en acción, pues siente el deber de protegerla. El propio actor ha asegurado que los studios ya están pensando en una secuela, pero que él no está pensando en ello ahora mismo y que si hay un buen guión todo es posible.
Lluvia y barro
La violencia trae más violencia, y una película de acción depende en un alto porcentaje de su villano. En este caso Marton Csokas interpreta a Teddy, un soviético frío y calculador con las ideas claras que intentará por todos los medios atrapar al Hombre Invisible que intenta interferir en sus planes. La brillante actuación por parte de ambos da vida a una película llena de inusuales armas blancas, cámaras lentas frenéticas y a varias escenas de acción memorables. «No he cambiado mi «estilo» con estas nuevas escenas de acción a cámara lenta. Mis películas van a seguir siendo lo que necesiten ser para contar la historia que forma parte del guión. Mi imaginación me lleva donde tengo que ir después de leer el guión», explicó Fuqua. «Hay una hiperrrealidad, además, la gran mayoría de las escenas de violencia ni siquiera se ven. Tú te imaginas lo que estás viendo, pero no lo ves, es el sonido el que te hace saber lo que ha pasado«, añade Washington.
El viejo y el mar
Son multitud de guiños literarios los que esconde el guión de Richard Wenk. El personaje que interpreta Denzel Washington tiene la tarea personal de leer los 100 libros que “toda persona debería leer antes de morir” y que su esposa no pudo acabar. Solo podemos ver dos títulos en la película: “El viejo y el mar” de Ernest Hemingway y El hombre invisible, de H.G Wells. De alguna manera, McCall es un hombre invisible porque finge su muerte para retirarse del mundo del espionaje, el complot y los asesinatos. Así mismo, también es como aquel viejo en el mar, un hombre que finalmente encuentra un sentido a su existencia y un final a su destino.
“No me arrepiento de nada en mi carrera profesional. Espero haber aprendido de los errores que he cometido. Lo que es para mí, es para mí, no lamento lo que me ha sucedido profesionalmente. Todo lo que he interpretado, me ha traído aquí, hasta San Sebastián, así que estoy contento”, apuntó Washington.
Fotografías tomadas por Cristina Martínez Recio.
La guinda
En Training Day podíamos escuchar grandes obras maestras del hip-hop tales como Still Dre o Put it on me. Marshall Mathers, más conocido como Eminem, pone la melodía final a “The Equalizer” en los títulos de crédito con el tema “Guts Over Fear» que canta junto con Sia.
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