Eduardo Casanova tiene 26 años y este verano estrenó su primer largometraje “Pieles”. La película obtuvo numerosas críticas, la mayoría muy positivas, pero, a pesar de eso, no ha tenido la gran repercusión que esperábamos sus espectadores, como la han tenido otras películas españolas: “La llamada” o “Perfectos desconocidos”. Es cierto que la cinta no estuvo en muchos salas de cine, pero eso ya no es excusa: desde el 9 de octubre está disponible en Netflix.
Por: Isabel Armentia Eizaguerri
Con solo ver el trailer se descubre que la propuesta de este director es algo fuera de lo habitual. Todo el decorado y vestuario de la película es de color rosa o violeta, lo que contrasta bruscamente con el aspecto de sus protagonistas deformes. El impacto es tal que muchas personas se quedan ahí, es decir, no ven más que el trailer. Y esto precisamente va en contra de lo que intenta demostrarnos la propia película: no debemos quedarnos en lo superficial.
Por fortuna, esta película no terminó su recorrido cuando se retiró de las salas sino que se estrenó en la plataforma de Netflix. Ahora está al alcance de mucha gente, y, aunque muchos ya se han animado a verla, da la sensación de que está pasando mucho más desapercibida de lo que debería. Teniendo en cuenta que es una película con grandes actores (Carmen Machi, Secun de la Rosa, Candela Peña…), que tiene además una puesta en escena única, los personajes son diferentes físicamente, y el mensaje es realmente impactante, deberíamos estar hablando de un éxito indiscutible.
El domingo se emitió el programa de Risto Mejide en el que Eduardo Casanova se sentaba para hablar sobre su trabajo y su perspectiva como milennial. El propio presentador afirmó no haber podido ver la película porque le daba asco, Eduardo le respondió: “Te da asco porque no la has visto”. Tenemos miedo a lo desconocido y por eso no permitimos que algo nos sorprenda, pero viendo «Pieles» no corres ningún riesgo, salvo el de darte cuenta de que tú como la mayoría has juzgado el libro por su portada y el de pasar días y días reflexionando sobre una historia que apenas dura dos horas.
Primero te dará asco, querrás apartar la vista de la pantalla, pero, a medida que avanza la trama, te das cuenta de que hacer eso sería comportarte como el resto del mundo, te das cuenta de que serías uno de esos matones que acosan y se burlan de los protagonistas, entonces empiezas a replantearte muchas cosas. De eso trata “Pieles” de replantearse las cosas, de cuestionarse la vida que queremos vivir, no por que alguien nos obligue sino por nosotros mismos. La sociedad, nuestro físico, el cine, la televisión, la publicidad, la moda, todo nos condiciona inevitablemente. Pero cada uno de nosotros, como los personajes de “Pieles” tenemos la última palabra.
Para los que no se atreven todavía con la película, quizá puedan empezar con uno de sus ocho cortometrajes que han servido a Casanova para demostrar, mucho antes de “Pieles”, que su mirada al mundo es distinta a la del resto de mortales.
Antes de ver la ópera prima de Eduardo Casanova puedes entrenarte con:
- Jamás me echarás de ti.
Protagonizado por María Barranco, Eloi Costa y Lle Godoy. Personajes que consiguen hacerte pensar y sentir en una historia que dura solo 7 minutos.
2. Eat my shit.
Protagonizado por Itziar Castro y Ana Polvorosa. Una sátira muy escatológica. Los personajes que aparecen en el corto son solo un adelanto de una de las historias más sorprendentes de “Pieles”.
Parece lógico que si la gente por lo general no acostumbra ir al cine, menos iría a ver imágenes desagradables, o se arriesgaría a pagar más de 5 euros si pensara que, probablemente, iba a tener que abandonar la sala a los 10 minutos de empezar. Pero si no nos arriesgamos a ir más al cine o a apostar por historias diferentes e innovadoras, lo único que podremos ir a ver de aquí a 10 años son remakes de clásicos ya consolidados y superhéroes intentando salvar el planeta. Eso si siguen existiendo los cines… Este 2017 nos ha demostrado que el cine español también puede ser innovador, lo hemos visto con “La llamada”, de Javier Calvo y Javier Ambrossi, con “Verano 1993”, de Carla Simón, o incluso con el juego que proponía “Perfectos desconocidos”, de Álex de la Iglesia.
No podemos dejar de ver películas por el prejuicio que nos cause un trailer, una sinopsis, un tema controvertido, una puesta en escena arriesgada… Necesitamos cine revolucionario y eso es “Pieles”: una revolución que puede cambiar la forma de pensar de muchos de nosotros. Es algo más que una película desagradable, es una forma de decirle al mundo que somos capaces de disfrutar de lo diferente.
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