El escritor y periodista Carles Porta continuó con las V Jornadas de Periodismo y Literatura explicando a los alumnos los procedimientos que utilizó para investigar el caso Fago y luego las estrategias narrativas para escribir su libro: Fago. Si te dicen que tu hermano es un asesino.
Una historia de un crimen desde la perspectiva de las historias humanas que le anteceden y le superan; como dice el propio Carles Porta: “En contextos de crímenes aparecen todas las perspectivas humanas, las buenas y las malas”.
Todo surgió a raíz de la petición de El Mundo a Porta de una crónica sobre aquel suceso. El periodista decidió instalarse en una casa rural que estaba a nombre de Miguel Grima, el alcalde asesinado. Nada más llegar, se asombró al encontrarse el ambiente que se vivía en Fago, porque más de cien periodistas se encontraban en un pueblo habitado por solo treinta personas. Aquello le hizo reflexionar sobre el periodismo que se está realizando hoy en día: “Periodismo rifle: llegamos, disparamos y ya”. Desde ese momento, percibió la dificultad de captar y reflejar el ambiente de Fago.
El Boom mediático puso de manifiesto las sospechas de Porta. Una actualidad política de plena importancia en ese momento y Fago marca una época informativa no solo en medios de comunicación nacionales, también internacionales. Poco tiempo después, la Guardia Civil detuvo a Santiago Mainar. Hasta hoy sigue en la cárcel, condenado a veinte años de prisión.
Tras escribir el artículo encargado, Porta realizó más de 200 entrevistas con la hermana de Santiago Mainar, Marisa. También tuvo sesenta encuentros con el acusado en la cárcel de Zuera, todavía sin tener claro que escribiría un libro. Al ver que los medios se centraban en acusar a Mainar sin tener en cuenta a la otra parte, y que la hermana se enfrentaba a un monstruo mediático, decidió relatar la historia desde el punto de vista de quienes padecen la acusación, y, en concreto, en la hermana que cree en la inocencia de Santiago. “Lo que trata el libro es de qué ocurre cuando ves que todos los periódicos sacan en portada la foto de tu hermano con el titular de asesino”, relata Porta.
“Yo entrevistaba a Marisa con humildad, con la forma de actuar de quien tiene dudas, sin sacarle tarjetas amarillas”. Me di cuenta de que la protagonista debía ser ella y no Santiago, debía retratarla en su dolor y en su lucha. “Situar en él el protagonismo me habría puesto en el otro lado de todos los medios de comunicación, y teniendo dudas sobre el tema eso no era adecuado”, explica.
Porta recuerda que Marisa se “adentraba en los sumarios y se descolocaba con los cambios en la forma de investigación de la Guardia Civil, con el lenguaje y, sobre todo, con la actuación de los medios de comunicación que solo actuaban de portavoces de la versión oficial”.
Por eso, Carles Porta decidió transmitir esa sensación de una persona que siempre había confiado en el sistema y de repente “las circunstancias se la llevan por delante”. Señala Porta que la inversión en tiempo que acabó dedicando a hablar con las personas involucradas en el acontecimiento fue muy cuantiosa (cinco años de investigación). “La realidad de una persona se capta a través de cómo es esa persona, y de las palabras que utiliza, por ello registré todos los detalles para reflejarlos en el libro”.
Una vez tuvo la montaña de documentos en las manos, comenzó a redactar varias versiones poniéndose él en primera persona. Le resultó repetitivo así que junto con su editora tomaron el camino de contarlo de forma que él no apareciera en el relato, como un narrador omnisciente.
Trabajando en televisión, Porta ha aprendido a ser sintético y advierte de que le ha resultado una gran enseñanza a la hora de enfrentarse a este tipo de coberturas: “Yo defino mi literatura como una literatura televisiva, llena de imágenes y tratando de no redundar en nada”. Sabe que con el paso del tiempo, su libro acabará calificándose como una novela, a pesar de que “cada palabra que escribí es cierta, de lo contrario ya me habrían demandado”.
Con este libro, Porta ha intentado observar y escuchar más que manipular la realidad mediante preguntas. “He intentado ofrecer un testimonio de lo que era la vida sin que yo estuviera presente en él”. Aunque para ello se ha visto obligado a escribir detalles de hechos en los que no pudo estar presente y hubo de extraerlos a partir de las conversaciones con las fuentes informativas.
Jorge Miguel Rodríguez, director del grupo de investigación que organiza las V Jornadas de Periodismo y Literatura, explicó que esa narración minuciosa de detalles que se observa en libro de Porta es heredera de la novela realista del siglo XIX, procedimiento que utilizaron también los exponentes del Nuevo Periodismo norteamericano. Indicó también que el uso de los periodistas literarios de técnicas narrativas como el monólogo interior, que describe el flujo de conciencia interno de los personajes o sus pensamientos desconcierta a la ortodoxia del periodismo y a algunos lectores. Preguntó a Carles Porta por la reproducción minuciosa de algunas escenas en las que el escritor no estuvo presente, pero que en la narración se muestran como si hubiese sido testigo, y si no ha ficcionalizado en su afán de construir un relato más humano. Porta valora la observación, pero explica que todos los diálogos están contrastados con grabaciones, apuntes y una revisión posterior del texto por parte de las personas entrevistadas, a lo que se añade la exploración que él hizo de los escenarios descritos en el libro. “Todo está documentado e investigado, porque es puro reportaje”, expresó el periodista y escritor.
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