Carlos García Lahoz (Zaragoza, 1969) es un escultor, pintor, fotógrafo y escritor que ha desarrollado la mayor parte de su carrera como artista en Ucrania. Nos encontramos con García en el Museo de Zaragoza, un museo muy especial para él: “Me dio la oportunidad de tener mi gran exposición Almas Gemelas en Zaragoza”. Volvió de Ucrania justo antes de empezar la guerra, pero no se olvida del país que le abrió las puertas personal y profesionalmente.
Por Jorge Fraile
P: ¿Cuáles cree que fueron los motivos para que su carrera como escultor despegara en Ucrania y no en España?
R: Creo que las instituciones aragonesas deberían de cuidar a los artistas que tengan un nivel. No digo que todo sea subvencionado, pero lo que verdaderamente haya demostrado nivel fuera de Aragón o de España debería tener cierto apoyo. En mi anterior trabajo, que nada tenía que ver con el arte, conocí Kiev. Una ciudad con muchos museos y mucha inquietud artística. Cuando decidí dedicarme a esto entendí que necesitaba un proyecto paralelo fuera de Aragón y de España para que entre ellos se retroalimentaran. Enseguida conocí a muchos artistas. Kiev me ofrecía unas posibilidades que España a lo mejor no me hubieran dado o no hubieran sido tan relevantes.
P: ¿Cuándo fue su primera exposición en Ucrania?
R: En 2013, cuando creía que ya estaba preparado presenté mi primera exposición con ocho esculturas y ocho cuadros en el Museo de Arte Moderno de Kiev. A partir de ahí guardé mi obra, la cual había construido en Ucrania para evitar trámites aduaneros, y empecé a trabajar en otros proyectos. Luego me llegó la oportunidad de colaborar con la Academia Nacional de Bellas Artes donde tengo dos obras públicas, algo que fue revolucionario porque diversos estamentos culturales no querían que en la Academia Nacional de Bellas Artes de Ucrania hubiese una obra que no fuera ucraniana. Finalmente se colocó y es algo por lo que me siento un privilegiado porque es la institución más importante del país.
P: ¿Cuál fue el siguiente paso en su carrera artística?
R: De la Academia Nacional di el salto al Museo Nacional Taras Shevchenko donde presenté la exposición “Almas gemelas”. Un proyecto que fue mucho más amplio e internacional. Y que hay más internacional que unir a Francisco de Goya con Taras Shevchenko, genio ucraniano que da nombre al Museo Nacional. Tuvo tanto éxito que lo que iba para una exposición se ha quedado como proyecto del propio museo y del resto de museos de Ucrania.
P: Usted vivió en primera persona la revuelta de Maidan en 2013 y 2014.
R: Sí. Es precisamente donde se ha originado la guerra que tenemos ahora. Estaba exponiendo en un museo y en vez de marcharme me quedé. Había muertos por las calles y las peleas eran diarias. Me dijeron que saliera del país, pero quise quedarme hasta terminar mi exposición y unas charlas en la Academia Nacional de Bellas Artes.
P: ¿De sus obras expuestas en Ucrania actualmente ¿alguna ha sufrido daños a causa de la guerra?, ¿es algo que le preocupa?
R: No, tengo una escultura en la ciudad de Lutsk, dos en la Academia Nacional de Bellas Artes y varias en el parque que lleva mi nombre en Uman. Todas bien, espero que no me las toquen.
“La comunicación es fácil, pero no instantánea. Pueden perder la conexión durante días o semanas”.
P: ¿Es fácil contactar con sus amigos de Ucrania?
R: La comunicación es fácil, pero no instantánea. Pueden perder la conexión durante días o semanas. Intento estar en contacto con ellos por las redes sociales o los llamo cada semana. Por lo menos saber como están, también intento colaborar. Mis amigos, algunos han salido del país, antes o después, y otros se han desplazado a zonas menos belicosas. Pero muchos están en Kiev peleando o guardando las obras de arte para que no sean expoliadas o destruidas.
P: Organizó una gala solidaria en Villanueva de Gállego y ha llevado un camión con ayuda a Ucrania. ¿Supongo que es difícil quedarse de brazos cruzados ante lo que está pasando cuando ha vivido y tiene amigos y conocidos en Ucrania?
R: Sí, es muy difícil estarse quieto cuando mi gente, la ciudad, el país que me abrió las puertas como artista está siendo destruido. Le propuse la idea al Ayuntamiento de Villanueva de Gállego y me apoyó. Montamos una gala y nos cedió una nave en la que recoger toda la ayuda humanitaria. Hemos llenado un tráiler y lo hemos mandado directamente a Ucrania. No ha pasado por los almacenes de Polonia y Rumania que es donde, a veces, se puede retrasar o incluso desaparecer la entrega.
P: Participó en la exposición de Arte Contemporáneo de ASPANOA. El cuadro donado fue “Ucrania 2022”. ¿Qué le llevó a elegirlo?
R: El cuadro simboliza muy bien lo que está ocurriendo. Los dos colores que predominan son el amarillo y el azul, colores de la bandera ucraniana. Hay oscuridad y sangre, pero también puntos verdes. Creo que hasta de las peores situaciones podemos sacar algo positivo.
P: Su exposición “Almas gemelas” es un diálogo entre las obras de Francisco de Goya, Taras Shevchenko y las de usted, Carlos García Lahoz. ¿Cuál es el punto en común que encontró para poder relacionarlos?
R: El punto en común es que el arte es un lenguaje universal. Tres personas que han nacido en tres épocas, ciudades y culturas diferentes pueden estar hablando de lo mismo. En el sentido de conceptos atemporales como: la soledad, la maternidad, la amistad, la hipocresía… Hasta 10 conceptos que mis esculturas representan y que he encontrado tanto en obras de Francisco de Goya como de Taras Shevchenko. La obra está formada por 10 trípticos, cada escultura está ligada a una obra de Shevchenko y otra obra de Goya, porque como te digo el arte es universal y los conceptos son atemporales y estuvieron, están y estarán siempre.
P: “Almas gemelas” también forma parte un proyecto internacional.
Sí, un proyecto para ocho ciudades europeas. La primera, como no podía ser de otra manera, está instalada en Mercazaragoza, donde desarrollé mi labor empresarial durante 20 años. Las otras están en Lutsk (Ucrania), Tbilisi (Georgia) y en la Academia Nacional de Bellas Artes de Kiev (Ucrania).
P: Incluida dentro de “Almas gemelas”, la obra que lleva por nombre “Arte” lo define como: “Talento, pasión… y sacrificio”. ¿Considera a las tres igual de importantes?
R: Indudablemente. Cada una de ellas es un 33%. El talento es necesario hasta para freír un huevo y sin pasión no hay arte. Pero que nadie se olvide que el arte es mucho trabajo y mucho sacrificio.
“El nombre de Aragón lo añadí yo. Quise convertir el parque en un lugar para los aragoneses en Ucrania.”
P: En Uman, una ciudad a 200 kilómetros de Kiev, está el Parque Aragón Carlos García Lahoz. ¿Qué sintió cuando le dijeron que un parque en Ucrania llevaría su nombre junto al de su tierra?
R: Era un espacio que no tenía nombre y se había colocado una escultura mía, “Instinto Maternal”. Cuando se inauguró el parque, el alcalde de Uman me propuso diseñarlo entero y ponerle mi nombre. Seguramente en agradecimiento a todos los proyectos que he desarrollado en el país. El nombre de Aragón lo propuse yo. Quise convertir el parque en un lugar para los aragoneses en Ucrania. Además, se creó un compromiso para el desarrollo cultural entre Aragón y Uman.
P: ¿Qué otras obras lo conectan con Aragón?
Hay muchos recuerdos hacia la cultura aragonesa: Francisco de Goya, Luis Buñuel, Francisco Pradilla, Víctor Ullate… También hay una placa que hace referencia al mudéjar aragonés, está hecha por los internos de la cárcel de Zuera, con la que colaboro a través de Cruz Roja en un programa de reinserción social.
P: Además de escultor y pintor, es escritor. En 2021 publicó “Arte y Cocina Española” ¿Una mezcla de su afición por la cocina y su profesión de artista?
R: Mi familia tenía restaurantes en Zaragoza, desde crío me gustaba andar por las cocinas. Pero al igual que con el arte, el tiempo destinado a los negocios no me dejó dedicárselo a la cocina. Cuando volví el 14 de marzo de 2020 de Ucrania por la pandemia, todos los proyectos que tenía preparados se cayeron. Entonces eche andar el libro. Es un recorrido por la cocina española, con productos que se pueden comprar en los mercados ucranianos. Es un libro dedicado a ellos, como un regalo que les hago por todo lo que ellos me han dado.
P: Tuvo que posponer la presentación del libro.
R: Sí, estaba preparada para octubre de 2021. Pero esos meses en Ucrania fueron terribles por la pandemia y la tuvimos que posponer. Ahora todos los libros están en casa de un amigo que el primer día de guerra salió corriendo porque en el edificio de al lado estalló un misil. Esperemos su casa siga en pie.
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