Según la Comisión Europea, cerca de dos millones de estudiantes disfrutan de las becas de movilidad Erasmus +. Probablemente, sean las más populares entre los universitarios. Pero no son las únicas. La Universidad San Jorge apuesta por traspasar las fronteras europeas y ofrece el programa de movilidad #global-talents, unas becas propias destinadas a estudiantes de grado interesados en estudiar en centros de Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, República Dominicana, México y Perú. Este es el caso de Juan Pérez, alumno de cuarto curso de Periodismo, quien acaba de volver de Orlando (Estados Unidos), donde ha permanecido cuatro meses estudiando en la Nicholson School of Communication de la University of Central Florida (UCF). Aquí nos cuenta su experiencia
Por Marta Álvarez
Con más de 66.000 estudiantes, UCF es una de las universidades más grandes de Estados Unidos. Joe McMahon, vicedecano de Internacionalización de la USJ, destaca la oportunidad que supone estudiar en esta universidad. “Desde UCF, nos informaron de la posibilidad que tienen los alumnos de realizar prácticas en medios de habla hispana, ya que, muchas veces, necesitan periodistas nativos que informen en español”, explica.
Juan Pérez, alumno de cuarto del Grado en Periodismo, explica que escogió ese destino porque “la Facultad de Comunicación de UCF tiene muy buen prestigio, y muchos exalumnos están trabajando en los mejores medios de comunicación del país y tanto los profesores como los recursos que estos utilizan en las clases son excelentes. Además, Orlando es una de las ciudades más importantes de EEUU, con infinidad de cosas que hacer y visitar. Ha sido una oportunidad única”.
La influencia de la comunidad latina en Florida
La comunidad hispanolatina en Orlando tiene gran peso en la sociedad. “Era sorprendente la diversidad racial y el número de estudiantes latinos. La universidad adquirió el año pasado el estatus de Hispanic Serving Institution, ya que el 25% de los alumnos son de Hispanoamérica”, señala Juan. “El huracán María perjudicó mucho la isla de Puerto Rico y muchos universitarios se trasladaron a Orlando para continuar sus estudios”, añade.
Tal es el peso de la comunidad latina que algunas asignaturas incluyen actividades en español. “Uno de los proyectos que hice fue la creación de un espacio informativo en castellano orientado a los estudiantes hispanos de la universidad. Se trataron temas de interés para ellos como la inmigración, el deporte o los principales artistas latinos en el país”, cuenta el estudiante de Periodismo. “Fue un proceso apasionante. Tuvimos que pasar por todas las fases: decidir los temas, crear los guiones, grabar las imágenes, coordinarnos con los editores para que aprobasen las ideas y los planos grabados, presentar el programa, etc.”, expresa.
La realidad de las universidades estadounidenses
Esta experiencia supone descubrir nuevas realidades y modos de trabajar. Para Joe McMahon, permite a los alumnos “ver el funcionamiento de una universidad estadounidense, que nada tiene que ver con el día a día de la USJ. Allí los campus son como pequeñas ciudades”. Juan recuerda el impacto que le produjo “la cantidad de edificios que había”. A parte de los que albergaban las clases, “en el campus había bares, restaurantes, bibliotecas, gimnasios, residencias de estudiantes… Hasta que no pasaron un par de semanas, no me ubicaba del todo”, relata.
Atendiendo a los aspectos académicos, el modo de impartir clases es distinto al modelo que se suele seguir en universidades españolas. “Las clases se enfocaban en la parte práctica y las actividades se entregaban muy pronto para poder ir mejorándolas y corrigiéndolas hasta final de curso. No entregabas un trabajo final que sería evaluado y ya no podías modificar”, explica Juan.
Además, según relata el alumno de Periodismo, los profesores usaban todas las herramientas tecnológicas que tenían a su alcance para impartir las clases. Destaca “el uso del móvil como herramienta en clase totalmente aceptada” y explica que incluso era “la plataforma principal en una de las asignaturas” donde aprendían a usarlo con fines periodísticos a través de las redes sociales.
La flexibilidad a la hora de cursar las asignaturas es otra de las diferencias que más llamó la atención de Juan, que cuenta que no existen asignaturas fijas por cada grado, sino que “puedes elegir entre la gran oferta que se imparte”. También pone el ejemplo de algunas materias “que se hacen de manera onlinepor videoconferencia y pueden seguirse desde casa, porque el número de alumnos matriculados es tan elevado que no caben todos en el aula”.
Tras esta experiencia, Juan no descarta continuar sus estudios en el extranjero. “En Orlando me dieron varias opciones para cursar un máster allí”, explica. En esta línea, la USJ se encuentra en proceso de ofrecer la posibilidad de estudiar también en una universidad de Ohio, un destino que se sumaría a las 13 universidades no europeascon las que ya existe convenio.
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