Reformas laborales, resultados de partidos, situación económica, accidentes, previsión del tiempo, historias cotidianas… Durante 364 días los medios de comunicación se dedican a contar la realidad del mundo que les rodea, pero el 3 de mayo es diferente: es el Día Mundial de la Libertad de Prensa, y los periodistas saldrán este año a la calle para convertirse en actores sociales y luchar por una profesión que, en la actualidad, se encuentra en crisis.
“Sin periodistas no hay periodismo; sin periodismo no hay democracia” es el lema bajo el que, a lo largo del día y por toda España, se concentrarán profesionales de la comunicación para reivindicar un cambio en la forma de ejercer el periodismo. “Las ruedas de prensa sin derecho a preguntas, los contenidos enlatados de los partidos, los bloques electorales, el procesamiento de periodistas y las restricciones que se aplican al trabajo de los fotógrafos en varias instituciones” son algunos de los enemigos que la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha señalado para la profesión.
“El periodismo afronta hoy uno de los desafíos más grandes de su historia, un reto que invita a los periodistas a tomar el liderazgo del cambio, a impulsarlo con nuevas ideas y proyectos”. Así comienza la Declaración de Valladolid, aprobada por la FAPE en abril para poner en palabras las cifras que describen la realidad informativa: 6.234 puestos de trabajo destruidos, 57 cierres de medios de comunicación y 23 ERE desde 2008. A ello se suman los 3.500 nuevos periodistas que se gradúan cada año, de los cuales el mercado solo puede absorber 500, y que en muchos casos sustituyen a periodistas experimentados a cambio de salarios indignos.
Ante una realidad tan negra como la misma tinta que usan los medios para contarla, la Declaración de Valladolid admite que “no hay soluciones milagrosas”, pero que pasan por el periodismo hecho con rigor y responsabilidad. Entre los puntos clave manifestados se encuentran la necesidad de familiarizarse con las nuevas formas de contar la información, de fomentar un periodismo crítico y de que las universidades y los editores se adapten a la nueva realidad periodística. Además, se critica duramente a las clases políticas, que dificultan en muchas ocasiones la labor informativa.
Por estas razones, la FAPE ha convocado al 97% de los más de 20.000 periodistas españoles asociados a participar en los actos previstos para hoy en 41 ciudades españolas. La universidad San Jorge organiza de forma paralela una concentración en la puerta de la Facultad de Comunicación.
Además de la calle, los medios buscan repercusión en las redes sociales, especialmente Twitter, donde se han lanzado varias campañas para defender la labor periodística y la figura del profesional de la comunicación. Entre estas iniciativas se encuentra, por ejemplo, la lucha contra las ruedas de prensa sin preguntas (#sinpreguntasnocobertura). “Sin preguntas, una rueda de prensa no es tal”, señala la Asociación de Periodistas de Aragón (APA), que ve en los comunicados unilaterales y las informaciones “precocinadas” un gran problema para la profesión.
Se trata de un día en el que los periodistas se miran a sí mismos en medio de un panorama difícil, pero con esperanza, como concluyen en su declaración: “Seguiremos contando los hechos donde quiera que se produzcan para difundirlos en el soporte que toque, absolutamente convencidos de que el avance tecnológico nunca podrá suplir al periodista, ni trastocar los principios del periodismo”.
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