SIGRE: el uso adecuado de los medicamentos y sus recipientes, clave para el medio ambiente

Juan Carlos Mampaso Director General de SIGRE, visitó el pasado martes 18 de diciembre la Universidad San Jorge para inculcar a los futuros farmacéuticos la importancia de tratar adecuadamente los medicamentos desde su estudio hasta su destrucción o reciclaje. Esta charla se encuentra dentro del ciclo de seminarios bajo el título ‘Green Pharmacy’.

SIGRE es una entidad sin ánimo de lucro creada en el año 2001 por los laboratorios farmacéuticos para garantizar la gestión adecuada de los envases y restos de medicamentos de las familias. Está formada por los principales interventores en la cadena del medicamento: Farmaindustria, Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica; Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGOF) y la Federación Nacional de Asociación de Mayoristas Distribuidores de Especialidades Farmacéuticas (FEDIFAR).

Juan Carlos Mampaso señaló ser el proyecto medioambiental común del sector farmacéutico instalado en tres ámbitos diferentes: la sostenibilidad entre factores económicos e impacto ambiental,  la problemática y gestión del residuo del medicamento y su problemática en el hogar. Los laboratorios pagan una cuota por envase comercializado a través de la farmacia en el mes de marzo, acompañado de su declaración de Hacienda y financian así el sistema.

SIRGE surge ante la necesidad de gestionar el 80% de las medicinas caducadas que se encuentran en los hogares. Esta entidad se basa en diferentes facetas: a través de su dimensión medioambiental intenta reciclar los envases y aprovechar los restos de medicamentos para producir energía en las cementeras y  con su dimensión sanitaria, la entidad colabora con las campañas de uso responsable y retira los medicamentos sobrantes y caducados de los hogares.

Este Sistema Integrado de Gestión (SIG) es pionero en Europa y similar al modelo vigente en Francia, Portugal o Hungria. En él, el medicamento lleva la fase inversa de su distribución y viaja desde el ciudadano hasta la empresa farmaceútica: el ciudadano debe depositar el envase y restos de medicamentos en cualquiera de las 20.958 farmacias adscritas a la entidad (98%del total). Estas informan y asesoran a los clientes,  albergan y custodian los contenedores hasta que los distribuidores van a recoger los desechos.

Los envases y restos de medicamentos son trasladados a una planta totalmente automatizada para su separación y tratamiento. Se catalogan según su peligrosidad y se separan los aerosoles y reactivos. Los envases se reciclan y los fluidos se utilizan como combustible. “Este debería ser el proceso seguido por cualquier tipo de medicamento. Es un sistema cerrado de logística inversa, con un control profesional y financiado por los laboratorios farmaceúticos”, expuso Mampaso.

En estos 10 años, las cifras de recogida de medicamentos no han dejado de crecer. Actualmente. SIGRE recoge 1.400 millones de envases año lo que equivale a 6’63kg por habitante/mes. Sin embargo, Juan Carlos Mampaso confiesa que su asignatura pendiente son los envases vacíos ya que en muchos casos los ciudadanos los vierten a otros contenedores como el de plásticos o cartón: “Cualquier reciclaje está bien pero en los recipientes siempre quedan restos de medicina y a nosotros nos sirve para identificar el medicamento”.

Desde sus comienzos, SIGRE ha intentado llegar y concienciar al ciudadano ya que sin su colaboración su trabajo no tiene sentido. Aunque hasta el momento se había mostrado algo reacio a dirigirse hasta los más pequeños por tratar con restos de medicamentos, esta estrategia ha cambiado y han creado una página web en la que se intenta concienciar a los niños a través de los juegos, Sigrelandia.

“Hay que tener mucho cuidado porque no podemos decirle al ciudadano que el medicamento que está tomando es peligroso para la naturaleza pero es que, no es solo peligroso para el medio ambiente sino también para nosotros si no hacemos un uso responsable. Por ejemplo, uno de los problemas actuales de nuestra sociedad es que el 26% se automedica o adquiere tratamientos a través de Internet, donde el 33% de los productos están falseados o manipulados”, confesó Juan Carlos Mampaso.

El Director de la identidad, quiso destacar sus planes para el futuro más próximo basados en un proyecto de I+D con los blíster, las tabletas en la que se encuentran las pastillas. Hasta ahora, el reciclar estos envases es muy complicado porque contiene diferentes tipos de materiales, desde plásticos hasta aluminio, y las empresas de reciclaje no los quieren por lo que se queman para crear energía. SIGRE quiere conseguir poder reciclarlos.  Juan Carlos Mampaso, también aseguró que no en mucho tiempo, cada unidad de medicamento tendrá un número o chip de radiofrecuencia que lo identificará y permitirá conocer su ciclo de vida.