Acércate a la mesa, siéntate, y haz hueco a tu estómago; porque esto no es un restaurante michelín, pero en el menú de hoy vamos a elegir los mejores platos de la carta para terminar llenos de un buen periodismo deportivo.
Al igual que en un restaurante chino impera lo tecnológico o en uno estadounidense la política, en uno español el alimento estrella es el deporte. Bueno, siendo sinceros, este deporte se resume, básicamente, en fútbol. Como indica Orfeo Suárez, Jefe de Deportes de El Mundo, “solo el deporte ocupa todos los espacios de la comunicación”.
Noticias, opinión, entretenimiento, publicidad… está en todas partes, como si de un Dios se tratase -para los creyentes, por supuesto-. Tan pronto puedes leer una columna de opinión como ver a Tomás Roncero en tu pantalla, dando potentes saltos y cantando un himno -compuesto por él- ensordecedor a la par que vergonzoso.
Pero si vamos a hablar de buen periodismo deportivo, debemos dejar a un lado, por divertido que sea, la figura de personajes del corte de Roncero, encasillados ya en el mundo del entretenimiento periodístico.
Qué debe tener un buen periodista deportivo
No existe receta única para ser catalogado como un “buen periodista deportivo”, aunque sí hay una serie de elementos comunes que permiten acercarse al profesional a la cocción perfecta.
En un mundo donde todo va, como explica Orfeo Suárez, “muy, muy, muy rápido”, el periodista debe, en la medida de lo posible, adaptarse al ritmo que domina en los medios. Es decir, tiene que apartar con dolor el chuletón que quería preparar y hacerse unas salchichas en el microondas. Más velocidad, menos calidad.
Si el periodista consigue dar su toque especial a las salchichas y, aún saliendo del microondas, logra que estén buenas -o, al menos, comestibles para los comensales-, ganará muchos enteros para alcanzar el tan ansiado grado de buen periodista deportivo. “En saber relatar las cosas está la clave”, apunta Carlos Caballero Villa, periodista de El Universal.
La literatura también va ligada a esta especialización del periodismo, y se puede apreciar, sobre todo, en el relato deportivo. “En un mismo párrafo, serio en el análisis técnico incluyendo metáforas”, señala Suárez. Esta combinación entre rigor y alegorías hacen de las crónicas deportivas un artículo difícil de ejecutar: no es, como se suele pensar, tan sencillo de hacer como un huevo frito, sino que lleva su tiempo, como un sabroso risotto.
La pasión es innegociable
El deporte es pasión. Y los periodistas que lo cubren, apasionados. Como explica Suárez, precisamente este sentimiento hace que la actividad deportiva sea seguida por millones y millones de personas: “Sin pasión, el deporte no sería objeto de los medios de comunicación”.
El periodista deportivo tiene como requisito principal el ser pasional. Como en las cocinas, con los fogones al rojo vivo, el profesional debe ser capaz de transmitir lo que siente a los receptores de la información.
Por ello, una de las claves será hacer partícipe a la persona a la que le comunicas el mensaje: que sepa que te apasiona lo mismo que a él/ella. Caballero Villa afirma que el periodismo deportivo es “pasión sin límites, pero con mucha responsabilidad”.
“Un balón, un bate, unos patines, una bicicleta, unos guantes… todo debe ser tratado con pasión”
Caballero Villa
Para ser pasional, no hace falta gritar un gol y saltar del sofá, ni echarte a llorar cuando a tu equipo no le va bien. Tampoco tienes que mostrar y demostrar tus colores a toda la sociedad. Estas acciones, que en algunos casos pueden ayudar a construir tu figura como periodista deportivo pasional, no te garantizan ser un buen periodista deportivo.
Porque pasión no equivale a calidad, y la corriente que destaca ahora mismo en los medios de comunicación deportivos está dejándose arrastrar por la pasión, perdiendo un rigor periodístico clave para entender el deporte: cada vez se habla menos de lo que sucede en el juego y se prefiere apostar por lo que vende, aunque se aleje del periodismo deportivo de calidad. Las salchichas están ganando al risotto.
Una oportunidad para crear
Pero si algo bueno tiene el periodismo deportivo actual, es la libertad para crear contenidos. Como resalta Josep Pedrerol, periodista deportivo, en la actualidad existen muchas vías para hacerte un nombre en el periodismo deportivo. “La comunicación ahora es mucho más amplia. Está YouTube, Facebook, Twitter… cualquier chaval puede tener un millón de seguidores”, admite el catalán.
Y es que hay muchos buenos periodistas deportivos que no encuentran su hueco en los medios tradicionales, o que se mantienen opacados por las viejas glorias, quienes se aferran a su asiento al igual que se pegan los espaguetis a la olla. No hay quien los saque.
“Estamos ante una oportunidad para ser creativos y crear contenido”
Orfeo Suárez
Por eso, es un buen momento para tomar nota de los ingredientes comentados, practicar la receta, y echar a un lado a la rata de Ratatouille, esa que domina nuestras decisiones, como si fuésemos títeres. Porque toca cocina experimental, y el buen periodista deportivo tiene que adaptarse con hambre de victoria.
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