Alumnos de Periodismo, Farmacia, Traducción y Comunicación Audiovisual de la Universidad San Jorge han participado en un juego de rol que pretendía “escenificar y hacer reflexionar sobre las dificultades en las que se ven envueltos los países en vías de desarrollo a la hora de acceder a los medicamentos”. Y es que “la existencia de patentes revierte en los precios, a menudo inaccesibles para la población de los países empobrecidos”. Por unas horas se han puesto en la piel de instituciones como la Unión Europea, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio, entre otras. También han debido ponerse en el lugar de un país no industrializado, en este caso Senegal, y de una ONG.
Los acuerdos de comercio internacional (acuerdos ADPIC) de la OMC “afectan a los países que pertenecen a esta organización e impiden la fabricación durante más de 20 años de genéricos de los medicamentos sometidos a patentes”. Precisamente, lidiar con el monopolio de la industria farmacéutica ha sido uno de los objetivos de esta actividad, que se ha desarrollado en el Aula Magna de Rectorado. Este era uno de los últimos pasos de ‘No habrá patentes para los malvados’, una experiencia que, tras un largo periodo de gestación, se ha desarrollado a lo largo del mes de marzo. En la primera, los estudiantes conocieron las reglas del juego y tuvieron la oportunidad de saber más sobre la realidad que afecta a los países que no pueden permitirse la compra de los fármacos gracias a la ponencia de dos miembros de Farma Mundi. Días después tuvieron la oportunidad de ver ‘El medicamento, un derecho secuestrado’, un documental que exponía los pormenores de la situación de desigualdad que viven los más lugares más empobrecidos. La tercera sesión ha servido para poner los conocimientos en práctica con el fin de tratar de llegar a un acuerdo que, a priori, parecía imposible.
En turnos de cinco minutos, los representantes institucionales se han reunido para tratar de acercar posturas con el resto de actores internacionales, pero las discrepancias entre las organizaciones han impedido que se llegase a un acuerdo. Senegal, la industria farmacéutica y la Unión Europea han protagonizado un tenso encuentro que, finalmente, no ha fructificado. La segunda ronda ha servido para aunar esfuerzos. No obstante, el acuerdo final parecía no llegar nunca. ¿Habrá habido un pacto entre las tres partes protagonistas? Los resultados podrán verse en la cuarta sesión de este juego de rol, que tendrá lugar en el día de la solidaridad de la USJ (24 de abril a las 15:00h en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Salud). Posteriormente se desarrollará una mesa redonda donde se debatirán los aspectos más polémicos de esta escenificación y se presentarán las conclusiones a las que se han llegado con esta actividad.
Informa: Jorge Lisbona
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