Son las 21: 30 de un jueves cualquiera. Un par de focos alumbran una banqueta y un micrófono sobre un fondo bicolor. Pese a estar todas las sillas y mesas ocupadas desde hace más de una hora, no deja de entrar gente al local cuidadosamente decorado. Los clientes amenizan la espera alternando patatas fritas y frutos secos con cervezas recién servidas. Cuando parece que ya no cabe ni un alfiler, entra todavía más gente que se amontona entre las mesas. Estamos en el Juan Sebastián Bar y como todos los jueves actúa Monólogos por la Beneficencia.
Monólogos por la beneficencia es un grupo de cómicos zaragozanos surgido hace ya 12 años. Lejos de existir, por aquel entonces, el Club del Chiste o la cadena televisiva Paramount Comedy, tres amigos de juventud (Mariano Bartolomé, Jorge Asín y José “El niño”) tuvieron la idea de unirse para hacer reír a la gente. Desde entonces, todas las semanas durante algo más de dos horas brindan y hacen reír a unos clientes a los que poco les importa tener que disfrutar del espectáculo de pie.
httpv://www.youtube.com/watch?v=RSBcWsQKQqo
Su nombre es, como casi todo en ellos, anecdótico. Surgió tras una actuación en la que el público escaseaba. “Día de huelga general”, bromean dos de sus componentes entre risas. A causa de los ínfimos ingresos conseguidos esa noche, el apelativo “beneficencia” acudió a su cabeza. Sin embargo, reconocen orgullosos que los beneficios van íntegramente para ellos y que “la beneficencia bien entendida empieza por uno mismo”. Por si a alguien le queda alguna duda lanzan el eslogan “Apadrina a un cómico”.
Una de las figuras clave del grupo es Mariano Bartolomé, que además de ser uno de sus fundadores, decidió comprar el local en el que actúa el grupo. El Juan Sebastián Bar, templo del humor que cuenta con diversas actuaciones miércoles, jueves, viernes y domingos.
Hasta tal punto llega la debilidad de Mariano hacia el humor que todos los meses de septiembre de los últimos seis años viene celebrando el Festival del Humor en el que se premia al Cómico del año. Este año el afortunado es Diego Peña, intento de historiador y profesor de música que lleva más de 10 años haciendo monólogos.
Peña entró hace diez años en la agrupación tras conocer a Mariano y desde hace tres, ha tenido la oportunidad de compaginar el grupo con actuaciones en Paramount Comedy, al lado de Leo Harlem o Dani Mateo, entre otros. Recuerda con gran cariño las actuaciones en la capital y alaba la inexistencia de cualquier tipo de censura mientras admite con gran humildad el orgullo que siente cuando alguien le reconoce por la calle.
El joven monologuista siempre ha tenido clara su vinculación a los escenarios. Desde el teatro hasta la danza o la música. Por ello, ha formado, junto a tres compañeros, una banda de música. Con un cajón, una armónica y una guitarra pretenden “forrarse” al igual que Pitingo, su gran inspiración. “Pensamos que si él ha triunfado mezclando ‘esa mierda’ ¿Por qué nosotros no?”, alude Peña. Autodenominan su estilo como Tango- Gospel and Roll y próximamente, tienen previsto grabar un disco.
httpv://www.youtube.com/watch?v=yOJ8N5q1g4Y
A este cómico le apasiona hacer reír a la gente y le cabrea la connotación negativa con la que se usa en ocasiones el término “payaso”. “¿Acaso no es maravilloso hacer reír a la gente?”, protesta. Al menos, él tiene claro que lo seguirá haciendo hasta que le dejen.
Sin embargo, Monólogos por la beneficencia no es el único grupo cómico de la ciudad ni el Juan Sebastián Bar un local aislado. El Café Da Luxe, situado en la Plaza del Pilar suele acoger a cómicos como Quique Macías los fines de semana y locales como Fangorya, de Calle Lafita, han organizado en más de una ocasión concursos de monologuistas. También Utebo celebra este domingo el Séptimo Festival del Humor de la mano del ya nombrado Diego Peña y Ernesto Sevilla. Y es que, sin lugar a dudas, el reír en estos tiempos de crisis es un lujo que todos podemos y debemos permitirnos.
Informan: Cristina Alda, Aranzazu Avellaned, Leyre Beazcochea y Noemí Rodrigo
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