Mientras la atención mediática se centra en casos de corrupción en todas las esferas de nuestro país, para Rosa Pino, directora del Instituto de Medio Ambiente y Vicedecana de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Jorge, el titular de la noticia se encuentra en un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad: “En diez años nos hemos cargado las dos terceras partes de la biodiversidad del mundo y hay especies animales que se están extinguiendo al mismo ritmo que en las grandes extinciones del mundo causadas por un meteorito. Y a nadie parece preocuparle”. En esta entrevista, la doctora Pino nos explica cómo el GIMACES, el grupo de investigación que encabeza, promueve el estudio sobre el cambio climático en la USJ y coordina con otros grados diversas iniciativas para concienciar a profesores y alumnos en una mentalidad ecológica.
Dragón Digital.- ¿En qué y quiénes estudian en su grupo de investigación?
Rosa Pino.- El grupo de investigación GIMACES se centra en medio ambiente a través del estudio del cambio climático. Intenta prever cuáles van a ser las temperaturas y precipitaciones del futuro. En colaboración con el Grado de Farmacia estudia la toxicidad del agua y sus condiciones. Con el de Enfermería, los posibles métodos con los que mejorar la calidad de vida, y con el de Salud y Ciencias del deporte, cómo mejorar el rendimiento físico. Investigan los profesores apoyados en doctorandos en los que tutelan y dirigen a sus alumnos. Además, el grupo está interesado en que algunos de sus mejores alumnos continúen sus investigaciones en la USJ y realicen una tesis doctoral.
D.D.- La primera tesis doctoral del GIMACES se leyó el pasado mes de diciembre ¿Cómo fue la experiencia? ¿Actualmente se está trabajando en alguna más?
R.P.- Hay 17 más en proceso y la verdad es que todas ellas son de calidad excepcional. Muestra de ello es la temprana contratación que ha tenido la alumna que leyó su trabajo en diciembre. Ese mismo mes la contrató una universidad francesa. Hoy en día en España es complicado continuar investigando tras una tesis doctoral, pero fuera es más fácil si tu tesis es de calidad.
D.D.- Una rama del Instituto de Medio Ambiente trabaja en la transferencia pero ¿en la transferencia de qué y de qué forma?
R.P.- Toda actividad tiene una repercusión en el medio ambiente por lo que nuestro instituto pretende que todos los grados, al menos una vez a lo largo de su plan de estudios, conozcan qué aspectos e impactos tiene el desarrollo de su actividad profesional. Esta ambientación curricular es un objetivo de la USJ que toma forma con Greencampus, una iniciativa que promueve el medio ambiente dentro del campus, al margen de la enseñanza medioambiental o grupos de investigación. Por ejemplo, en el último año, se ha fomentado el compartir automóvil para los traslados a la universidad o el reciclaje de todo tipo de residuos, desde un bolígrafo hasta todo el material de laboratorio. A través de esta transferencia, también se desarrollan servicios a empresas externas que necesitan formación sobre los estudios de residuos, sus emisiones a la atmósfera o resolver problemas jurídicos en relación con esta área de obligado cumplimiento. Sobre todo se trata con ellas metodologías de gestión ambiental, análisis de ciclo de vida y huella medioambiental.
D.D.- También impartís diferentes titulaciones oficiales respecto a medio ambiente…
R.P.- Contamos con un doctorado en medio ambiente y un master en gestión medioambiental de la empresa. Ambas titulaciones han tenido una gran acogida en el mundo estudiantil a lo largo de sus 14 años de vida. Solo este año ha tenido que retrasarse el inicio del curso, en gran medida a causa de la crisis económica. Desde hace cuatro años ya es una titulación oficial y, prácticamente, todas las personas que están trabajando en Aragón en esta área lo han cursado; empresas, consultoras, refugios de montaña…Las salidas son infinitas.
D.D.- Supongo que la concesión del certificado ISO-14001, para el sistema de gestión ambiental, que recibió la Universidad el año 2001 fue un reconocimiento para vuestra labor ¿no?
R.P.- Desde el año 2011 la Universidad cuenta con el certificado ISO-14001, para el sistema de gestión ambiental, y el certificado ISO-9001, para el sistema de gestión de calidad. Las empresas en medioambiente tienen dos opciones: cumplir la ley y, además de cumplir con la normativa, adherirse voluntariamente a un compromiso. Si lo haces bien, te lo evalúa un tercero. Nosotros estamos evaluados y avalados y sobre todo, con una gran satisfacción personal.
D.D.- ¿Cómo se encuentra el ámbito de la investigación medioambiental en estos momentos tan críticos?
R.P.- El cambio climático sigue siendo un tema prioritario en publicación e investigación, pero ¿a quién le interesa ahora? A día de hoy, las cosas anecdóticas priman ante el poso cultural y de conocimiento y es un grave error. La vida nos la estamos jugando en esto porque es el marco en el que se va a dar todo lo demás. Que haya un político u otro no es vital; que suba cinco grados la temperatura en los Pirineos puede serlo porque va a provocar epidemias, se va a deshelar antes el hielo, aumentará el nivel del mar…y esto va a condicionar nuestra calidad de vida.
D.D.- Intuyo que no comparte con la mayoría de la población la preocupación por la crisis económica o la corrupción.
R.P.- En diez años nos hemos cargado las dos terceras partes de la biodiversidad del mundo y hay especies animales que se están extinguiendo al mismo ritmo que en las grandes extinciones del mundo causadas, por ejemplo, por un meteorito. Para mí esto sí que es un titular realmente preocupante y desolador, aunque a nadie parece preocuparle y continuamos con nuestras prácticas dañinas mientras los políticos de turnos lanzan balones fuera.
D.D.- ¿Crees que los medios deberían de dedicarle más espacio a estos temas para que la población al conocer estos datos pueda compartir sus inquietudes y, quizá, actuar?
R.P.- No sé hasta qué punto serviría de algo contarle a la gente esto, al menos en este momento. Indudablemente, comunicar estos temas de forma adecuada es de vital importancia y, por ejemplo, el cambio climático se trata muy mal por la prensa. Al no haber un poso de conocimiento, en ocasiones, se pone al mismo nivel un estudio alabado por el 99.9 % de investigadores que abalan diez años de investigación que las declaraciones de un “iluminado” que da su opinión. Muchas veces se busca más el sensacionalismo que la información. Yo como lector, oyente o audiencia no quiero opiniones, quiero hechos y los hechos son las investigaciones y conocimientos de los científicos. La pena es que, en muchos casos, la gente no sabe diferenciar entre hecho y opinión.
Informa: Leire Beazcochea
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