Mario Amoretti, miembro de Poseedores M365, grupo defensor de los patinetes eléctricos.
2018 ha sido el año de la consolidación del patinete eléctrico. Las calles zaragozanas, como en muchas otras ciudades en España, se han inundado de este cómodo vehículo, y parece que la tendencia continuará en aumento. Esta situación la confirman las empresas de movilidad compartida, que han realizado una apuesta firme por este medio de transporte para ofrecer sus servicios.
Y no es para menos. Las ventajas que ofrece el patinete eléctrico superan con creces sus desventajas. Hay dos aspectos primordiales por los que la ciudadanía debería apostar por los traslados en patinete con motor eléctrico. El primero está íntimamente ligado al medio ambiente. La contaminación es nula a la hora de emplearlos. Y el segundo tiene que ver con la economía, ya que el ahorro en gasolina o transporte urbano, también es determinante a la hora de decantarse por esta posibilidad.
Ahora bien, de igual manera hay elementos colaterales que desequilibran la balanza a favor de los patinetes. Zaragoza es una ciudad ideal para utilizar este medio. Sus avenidas son de gran tamaño y de superficie plana. Por otro lado es espaciosa pero está bien conectada, lo que permite que los patines puedan transitar con fluidez.
Esto no quita para que los usuarios tengamos la obligación de respetar a quienes comparten las vías con nosotros. La mayoría somos conscientes de que no estamos solos en las aceras, las carreteras y los diversos carriles, que hay otras personas y vehículos. Pero también somos conscientes de que algunos no lo respetan. Y por ello aprovecho esta coyuntura para hacer un llamamiento para que todos podamos convivir en las vías sin que surjan problemas.
En definitiva, esta nueva moda supone un avance en casi todos los aspectos, desde la movilidad a la economía pasando por el cuidado del medio ambiente. Con el ‘boom’ de los patinetes eléctricos ha ganado la ciudad y, sobretodo, hemos ganado las personas –si se utilizan correctamente-. Y, por fortuna, parece que viene para quedarse.
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