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#AfterlifeUSJ – Alejandro Aniento: «El que se queda quieto, muere»

Alejandro Aniento en la consulta de Aniento Fisioterapia

Alejandro Aniento es fisioterapeuta, enfermero, emprendedor, runner y, a sus 31 años, docente de la Universidad San Jorge. En esta entrevista, nos desvela trucos basados en su experiencia, para sobrevivir a la salvaje jungla laboral y poder alcanzar nuestras metas. Porque, como dice él, «el que se queda quieto,muere».

Alejandro Aniento en la consulta de Aniento Fisioterapia
Alejandro Aniento en la consulta de Aniento Fisioterapia. Foto: Pedro Etura

Texto: Enrique Soto

¿Qué carrera estudiaste en la USJ y cuándo?

Fisioterapia de 2009 a 2013. Pertenezco a la primera promoción de ese grado.

¿Por qué decidiste cursar Fisioterapia después de haber estudiado Enfermería?

Hubo varias razones que me empujaron a ello:  Sentía que, como enfermero en el Salud, había tocado mi techo. Solo me quedaba hacerme viejo y pasar por muchos servicios hasta que, quizás en 10 años, aprobase y cogiese una plaza para tener al final el sitio deseado. Lo veía muy lejos y necesitaba hacer cosas distintas, experimentar. Además, el trabajo a turnos te limita muchísimo y no llevas el mismo ritmo que la gente que te rodea. Necesitaba evolucionar y sentirme más útil. Por último, era una carrera que siempre me había llamado la atención.


¿Tenías alguna experiencia previa en fisioterapia?

Había asisitido a formaciones de quiromasaje y demás en una escuela de naturopatía, pero, ni de lejos, tenía formación suficiente para enfrentarme a problemas físicos y mecánicos en un paciente. Y no hablemos de aspectos legales. Cuando la USJ ofreció la titulación de Fisioterapia, calculé gastos. En aquella época estaba listo para marchar a Tudela a cumplir mi sueño. Pero ante la opción surgió, decidí quedarme en casa y comencé mis estudios, mientras trabajaba en el servicio de Neurología del Hospital Miguel Servet.


¿Emprender estaba en tu cabeza en todo momento?

Para nada, eso fue una consecuencia. Más bien, una solución a un rompecabezas.


¿Cómo surgió tu actual trabajo de docente de la USJ?

Acabé la carrera y comenzó mi búsqueda de empleo por toda Zaragoza: con mi currículum, mis títulos de cursos y mi usb con vídeos de cosas que creía que podían gustar en los centros a los que propuse trabajar. En ese momento continuaba trabajando como enfermero, con una reducción de jornada. Así que no podía aceptar jornadas completas. Por carambolas del destino, en ese mismo momento había creado un curso para mejorar la valoración enfermera en el paciente neurológico, para mis compañeras de planta de Neurología. Me pareció una buena idea dar la oportunidad de acceso a estudiantes de la Universidad San Jorge que se encontrasen de prácticas. Cuál fue mi sorpresa cuando el vicedecano del Grado de Fisioterapia, Luis Carlos Redondo, me pidió si él podía asistir también a la presentación, y así nos conocimos. Tras el curso, me propuso mandar el currículum, y acepté encantado. Luego hice las entrevistas para una vacante en la asignatura de Anatomía en Enfermería, y así empezó todo.


¿Combinas tu faceta docente con otros trabajos?

A mediados de agosto solicité una oferta publicada por el Colegio de Fisioterapeutas, que consistía en trabajar en una consulta como autónomo, con el pago de un alquiler. Asimismo, dentro de un centro de día asisto a mis pacientes particulares, y a los del propio centro, la mayoría pacientes neurológicos. Así que todo encajó. Tenía horario libre y podía combinar los tres trabajos a la perfección. Eso sí, con jornadas que rozaban las 14 horas al día.


¿Cómo reaccionaste al tener la oportunidad de sentarte al otro lado del pupitre?

La reacción por conseguir trabajar en la USJ fue de entusiasmo. Un mundo nuevo de creatividad se abrió ante mí. Era hacer algo muy distinto, algo que me entusiasmaba desde hace muchísimo tiempo, pero que conocía bien. Durante los 9 años que ejercí como enfermero enseñé a muchos alumnos en prácticas. De hecho, me encantaba que viniesen conmigo y enseñarles algo, por pequeño que fuese, si eso les iba a servir en su futuro


¿Como es tu relación con los estudiantes? ¿Ser joven te ha favorecido, o no?

Por un lado sí, y, por otro, no. Digamos que, como eres joven, te tienen más cerca y hay más confianza. Pero, muchas veces, no puedo ser tal como soy y hay que marcar ciertas líneas que no hay que cruzar, para que no haya un exceso de confianza. Ello me lleva a ser más serio de lo que me gustaría, pero es necesario. En general, el trato es muy bueno y me lo paso muy bien dando clase. Creo que ellos están contentos también, o eso pienso.


¿De dónde sacas tiempo para disfrutar del running y del deporte en general? ¿Tienes algún truco para sobrevivir a tantos quehaceres diarios?

La clave está en la organización. Y el deporte no debe ser algo esporádico. Para mí es obligatorio y necesario.  Debo estar en forma, si no no podría llevar este ritmo de vida. El running es una buena manera de mantenerte con un objetivo en mente y plantearte una mejora y retos constantemente para no dormirte en los laureles. Salgo a correr dos días entre semana más o menos, una hora a eso de las 20:30, y un día el fin de semana. Si mi agenda me lo permite, o combino con entrenamientos de fuerza en Crossfit, un par de veces a la semana. Si saco tiempo suele ser dos días, entre la 13.30 y las 14.00. Las temporadas con más carga de trabajo y que puedo hacer menos deporte me noto peor, y con más tendencia a ponerme malito. Lo tengo comprobadísimo.

¿Hay algo que te gustaría hacer que no hayas hecho en tu carrera profesional?

Muchísimas cosas, pero me falta tiempo: Realizar el doctorado, seguir formándome, cursos de especialización, algo de empresa, quizás un MBA…


Eres un alma inquieta, ¿qué nos puedes contar de Sport Up?

Es la empresa de un gran amigo y compañero de la universidad, Carlos Iriarte. De un tiempo atrás nos enteramos que nuestros abuelos fueron hermanos de leche, así que cariñosamente nos llamamos primo el uno al otro. Fue uno de los primeros proyectos de Running que llevé a cabo junto a Carlos.
Creamos un club de Running, él como CAFD y yo como Fisioterapeuta. Además, es un centro genial de entrenamiento personal y sé que su tienda online va viento en popa. Para mí, Carlos es un referente y hemos hecho juntos varías formaciones. Él nos deriva pacientes con patología compleja para que los analicemos antes de comenzar a entrenar y colaboramos juntos. Además, he visto que alumnos egresados han conseguido ahí su primer empleo.


No hay nada como unir sinergias para progresar como empresa…

Es algo fundamental, y la comunidad USJ da muchas opciones de este tipo, ya no sólo en Salud sino también con él área de Marketing y Comunicación.


¿Qué destacarías de la evolución de Aniento Fisioterapia?

Principalmente a su equipo. Uno de los valores diferenciales dentro de la empresa son sus activos más importantes: las personas que la integran. Muchas veces me han preguntado o pedido consejo sobre cómo hacer algo parecido. Siempre he contestado que es imposible. Nosotros estamos construyendo nuestra empresa explotando las fortalezas y las capacidades del equipo. No lo que está de moda o lo que es más rentable. Creo que eso es lo principal de esta iniciativa, y lo que hace que sigamos creciendo día a día. Si nosotros crecemos la empresa crece.

Equipo de Aniento Fisioterapia
El equipo de Aniento Fisioterapia al completo. Foto: Pedro Etura


¿Qué consejos le darías a alguien que no tiene claro su futuro tras la carrera?

Que no se agobie, que primero se siente delante de un folio con rotuladores de colores y comience a escribir y dibujar todas sus fortalezas, y que intente transformar sus sueños y sus aspiraciones en algo tangible y vendible. Y con ello, salir sin miedo al mercado laboral, que busque que lea y encuentre empresas en las que crea que puede encajar. Muchas veces, no te van a llamar pero puedes crear tu propio puesto de empleo si te sabes vender adecuadamente. La formación es indispensable, procurar una renovación constante y un aprendizaje continuo. El mundo actual es muy global y competitivo. El que se queda quieto, muere. Y una cosa más: especialización. No se puede ser bueno en todo. Hay que elegir y elegir bien. Si me permites terminaré con una frase de mi padre: «Si haces algo, hazlo bien, sé el mejor en aquello que te apasione».

Universidad San Jorge