Entrevistas

Alfonso Corral, profesor de la USJ: «Europa se ha gastado más dinero en cortar árboles para papel que para dar acogida a inmigrantes»

Tuvo su auge en 2015, ahora tenemos menos información, pero la guerra y el drama sirio continúan. Alfonso Corral García, experto en temas de comunicación y el mundo árabe de la Universidad San Jorge nos ayuda a conocer más a fondo los inicios del conflicto y las diferencias entre etnias que son la clave de la guerra. El también profesor del Instituto de Humanismo de la USJ aborda algunas polémicas que han surgido en torno a los refugiados y el papel de Europa y de España en todo ello.

Por Alejandro García Casado

¿Podría explicar cómo se divide el islam chií y el suní?

El islam empieza siendo uno, pero se subdivide y, dentro de esa amplia variedad de formas de entender el islam, hay dos principales: una es la suní que es la mayoritaria en todo el mundo musulmán y la otra es la chií, que está más concentrada en una serie de países.

¿Cuáles son las principales diferencias entre ambas corrientes?

A nivel teórico es lo mismo, lo que cambia un poco es la forma de acercarse a la fe. El islam chií sigue una jerarquía en la que la cabeza es el Ayatolá, el líder confesional del chiismo mientras que el islam suni no sigue un modelo clásico de clases.

“Hay una contradicción entre chiís y sunís, pero no es espiritual, es política».

 

¿Es la guerra siria un conflicto en el que la base son las diferencias étnicas y religiosas entre chiís y sunís entonces?

Hay una contradicción entre ambas corrientes, pero no es espiritual, es política. Recientemente ha salido un libro publicado aquí en España que se titula «No seáis ilusos, esto no es una guerra entre chiís y sunís.” 

¿Cuál es el motivo inicial para las protestas previas al conflicto en Siria?

Este conflicto no es de ayer ni del momento en el que surge, que es sobre 2011, viene de antes, de una minoría de creencia chií de la que forma parte Bashar al-Ásad, que gobierna sobre una mayoría suní. La mayoría del país no lo entendía, pero esto no había sido motivo de conflicto hasta que, en 2011, tras una serie de movimientos sociales en países como Egipto, Túnez etc., los sirios empiezan a cuestionarse por qué no pueden ellos hacer lo mismo.

“El detonante es un chaval que hace un grafiti en una pared, los policías del régimen le pegan una paliza, lo encarcelan y  muere”.

Tras este «despertar» de los sirios, ¿cuál fue el hecho que desembocó el inicio del conflicto?

El detonante es un chaval que hace un grafiti en una pared, los policías del régimen le pegan una paliza, lo encarcelan y  muere. Esto genera una serie de protestas en la calle que, poco a poco, van adquiriendo protagonismo y se van masificando. La respuesta del gobierno es muy dura con encarcelamientos y presos políticos, pero la población quiere levantarse y acabar con este régimen. Estos hechos, unidos a que la mayoría no quiere a su gobernante, forman un caldo de cultivo que va a hacer que comience la revolución en Siria.

¿Se han utilizado armas químicas en la guerra Siria a pesar de estar prohibidas?

Sí, es algo que se sabe desde 2013-2014, pero lo fácil es limpiarse las manos.

¿Dónde se juega el eje principal del conflicto sirio a nivel estratégico?

Debería ser internamente y  la base de la solución, pero externamente es donde se juega verdaderamente el conflicto.

¿Genera una contradicción la ley de solicitud de asilo con la realidad que vivimos en Europa?

El derecho de asilo dice que en caso de guerra, una persona tiene derecho a ser acogida en el país más cercano que no esté en conflicto bélico, pero Europa se comprometió a coger refugiados y se ha gastado más dinero en cortar árboles para papel que para dar acogida a inmigrantes.

¿Estas peticiones de acogida tienen que ver con no exceder a un país y repartir entre varios?

Los países que más acogen son Turquía y Jordania; hay más como el Líbano, pero allí ya están los refugiados palestinos y el caladero no es el mejor.

 ¿España estará en un futuro en disposición de cumplir con lo que prometió?

Si desde 2015, que es cuando ocurre el mayor apogeo del éxodo de refugiados, hemos visto que los cupos no se cumplen y estamos muy lejos de admitir a las personas que habíamos decidido acoger, dudo mucho que esto cambie.

¿Qué opina del argumento del supuesto auge de terroristas dentro de los refugiados?

Si hay terrorismo en Europa no es por los refugiados porque este lleva instalado bastante tiempo antes de que el conflicto en Siria emergiese.

¿Es mayoritario en nuestro país el doble rasero entre defender la acogida a españoles en la antigüedad y negarse actualmente?

Seguramente, porque la gente busca razones para ocultar sus miedos y este no es que una persona necesite ayuda, el miedo es porque no damos ayuda, porque no somos buenas personas y entonces buscamos la razón. Cada uno debería hablar por sí mismo, porque es difícil generalizar en estos aspectos. Pero la verdad humanística es lo que tendría que aflorar y no tanto el discurso del odio, el temor etc.

 ¿Puede ser que quizá no haya un reclamo en demasía para que cumplan con lo prometido como sucedió en el 15-M?

Si lo comparamos con el 15-M puede no haya habido tanta movilidad social para animar a que los políticos cumplan con lo que se han autoimpuesto, sin embargo creo que la sociedad sí está por la labor de acoger y cumplir con las directrices políticas.

Hay informaciones de que los sirios tienen alta cualificación ¿Pueden los refugiados tener la capacidad de ayudar en el I+D+I de España?

Cerebros brillantes hay por todo el mundo. Quizás sí tengan más oportunidades de desarrollarse en España que en Siria, pero que lo que me gustaría es que pudiesen desarrollar sus capacidades intelectuales en su país de origen.

¿Qué papel juega la educación y el humanismo en la tolerancia con las personas sumidas en una guerra?

Más que decir qué papel juega, la educación debería ser el papel. Hay que privar la educación humanística como base en cualquier conflicto o desorientación humana y, desde nuestra parte del mapa, no podemos ser indiferentes y, en la medida que podamos, tenemos que ayudar, el problema es global y lo conseguimos limar trabajando a uno. Esto es un juego de los casi ocho millones que habitan en este planeta y la educación es el camino.

Universidad San Jorge