Carmen Salguero Indias es graduada en Filosofía por la Universidad de Salamanca. Además de desarrollar su formación filosófica siendo docente en las aulas, es saxofonista bajo la tutela del maestro Rafael Gómez Cáceres. Ha desarrollado la mayor parte de su actividad profesional en Bordeaux (Francia), trabajando en estudios de interpretación y pedagogía musical en el Conservatoire Jaques Thibaud y el PESMD Bordeaux Nouvelle-Aquitaine. Actualmente, radica en ella la idea de seguir enseñando filosofía, mientras lo compagina, adentrándose de manera más profesional en el mundo de la música; donde emerger y no caer en el olvido es, cada vez, más difícil.
¿Qué despertó en usted el interés por la música y por qué apostó por el saxofón?
Mi primer contacto con la música fue motivado por la inquietud de mis padres. Tenía nueve años cuando empecé a estudiar saxofón. En mi familia no había tradición de haber realizado formación musical superior o de haberse dedicado de forma profesional al ámbito artístico. Sin embargo, el hecho de tener como referente a mi prima mayor, que empezó a tocar el clarinete, impulsó que comenzase a estudiar música junto a dos de mis primos. Aposté por el saxofón por su sonoridad, fundamentalmente. El hecho de que mis primos escogieran el saxofón también me influyó. Posteriormente, descubrí las posibilidades sonoras del saxofón, la versatilidad de este instrumento, el hecho de poder aprender a tocar diferentes saxofones. Aposté por el saxofón por razones que no puedo explicar, quizá fue intuición o casualidad. Con los años aprendí a leer aquellas razones que, de niña, sin saberlo, me hicieron escoger el saxofón como vía principal de aproximación a la música y al arte.
Debido a su trayectoria, ¿cuenta con algún tipo de apoyo por parte de las plataformas digitales, redes sociales, el Conservatorio…?
No, no cuento con ningún apoyo oficial más allá del que me brindan algunos/as de mis profesores/as y compañeros/as. Para el proyecto más reciente que he realizado he recibido dos subvenciones públicas (INAEM y Zaragoza Cultural) para poder financiarlo.
¿Hace uso de las mismas para promocionarse?
Recientemente, se ha hecho pública mi página web. A través de ella publicaré y compartiré todo lo relativo a los distintos trabajos que vaya desempeñando. Soy consciente de la importancia que adquieren las redes sociales como principal foco de comunicación y publicidad. Sin embargo, no me siento cómoda con el formato que ofrecen y con algunas de las consecuencias inevitables que implica su uso. Por ello, optaré por compartir y dar difusión a mis proyectos profesionales a través de mi web.
¿Qué tipo de retribución económica tenéis los saxofonistas? ¿Cree que podría vivir solo de su música?
Resulta complejo responder a esta pregunta. Como resultará evidente, esta cuestión no tiene una respuesta unívoca. Depende mucho de la situación, aspiraciones y posibilidades de cada persona, en este caso, de cada músico. La retribución económica, como sucede en otras áreas profesionales, no siempre es proporcional a la calidad del trabajo desempeñado. En el marco social en el que nos desenvolvemos siguen existiendo músicas de minorías, al menos, en cuanto al espacio que se le otorga a algunos estilos y géneros musicales en las programaciones oficiales de salas de música, auditorios, etc. Este hecho conlleva la posibilidad de que el público se confronte a determinadas sonoridades, estéticas y estilos musicales. En consecuencia, la sensibilidad, interés y disposición de participación activa de público va de la mano, en la mayor parte de los casos, de la educación sonora, musical y artística recibida.
“Aposté por el saxofón por razones que no puedo explicar, quizá fue intuición o casualidad”
Carmen Salguero
¿Es imprescindible tener una formación musical?
No es imprescindible tener una formación musical para aproximarse a la escucha de determinadas músicas más desconocidas como la música de vanguardia o diversas estéticas musicales del pasado siglo. Despojarse de prejuicios y tener la posibilidad de experimentar el sonido de forma diversa constituye un derecho al que debiera poder acceder todo ser humano, ya que constituye un canal para el desarrollo de su sensibilidad y de la expresión artística y cultural.
¿Hay una crisis por escasez de buenas ideas y, por ende, de buena música?
No siento ni percibo escasez creativa o déficit de calidad en las propuestas artísticas que componen las programaciones de nuestros auditorios, teatros, salas de conciertos, festivales, etc. Considero que la crisis no atañe a la calidad musical sino a la gestión que permiten que las propuestas artísticas logren realizarse en las condiciones necesarias. Buena música ha habido en todas las etapas de la historia musical de las distintas culturas. Determinar los criterios que se manejan para discriminar la calidad musical de una propuesta sobrepasa los límites de esta entrevista. La música como todo arte está en crisis permanente porque es algo vivo y, por ende, en constante cambio.
¿Cómo ha sido el trascurso de emerger en una industria tan saturada?
Desde que terminé mis estudios en Burdeos en 2020, la ansiedad e inquietud por encontrar el camino para direccionar mi carrera ha sido incesante. Las ayudas públicas y subvenciones requieren de un laborioso trámite para desempeñar los aspectos burocráticos que conllevan. Optar por esa vía como apoyo para poder sacar adelante proyectos de creación musical ha sido una de las alternativas que he encontrado para poder materializar el último de mis trabajos. No resulta fácil mantener la motivación y la confianza en una misma en unas circunstancias no demasiado alentadoras para los profesionales de la música y del arte en general. Sin embargo, la veneración por el arte y por la creación compensan las dificultades ante las que constantemente nos enfrentamos.
“La publicidad y las estrategias de marketing influyen, pero no hay una fórmula mágica que explique qué elementos determinan que una música conecte con el público”
Carmen Salguero
¿Qué piensa de ofrecer su música por “amor al arte”?
Tocar gratis, aunque parezca casi ofensivo, es un mal menor. En el tiempo presente son numerosos los músicos que no encuentran el espacio para expresarse y poder compartir su música. No obstante, las plataformas digitales, las redes sociales y el abundante talento permiten que artistas que, en principio, no contaban con medios suficientes puedan desarrollar su carrera. La industria musical no agota el talento musical pero no lo acoge en toda su diversidad.
¿Existe mucha competencia entre compañeros del medio, por conseguir adentrarse y destacar en él?
Al igual que en el resto de campos y áreas profesionales, la música también sufre de estas dinámicas que imperan en nuestras sociedades contemporáneas. Puedo constatar que el nivel de competencia y rivalidad entre compañeros/as de la misma profesión es alto. Incluso esto es observable ya durante el periodo de estudios. Desde mi punto de vista, puede resultar sano tener referentes a los que aspirar, pero resulta lamentable que eso se confunda con la labor de despojarse de cualquier tipo de escrúpulo para conseguir un objetivo. La competitividad entre compañeros es congénita a la formación académica, al menos en el canon de la tradición occidental. Sin embargo, la forma en la que se experimenta este nivel de competitividad depende de múltiples factores como el género musical que se cultive, los cauces a partir de los cuales un individuo se aproxime a la música, el ambiente socioeconómico y humano, las aspiraciones que se pretenda alcanzar, etc.
¿Cuál diría que es el mayor problema al que os enfrentáis los virtuosos en esta era?
No me considero en absoluto una virtuosa, pero creo que uno de los mayores retos es conseguir sacar adelante proyectos que sean honestos con aquello que se quiere transmitir independientemente de las líneas imperantes en la industria o en los cánones estéticos de mayor aceptación. Además de ello, considero que el mayor problema es la escasez de medios y de vías de desempeño profesional en la realidad laboral de sociedades como las de nuestro país. El talento musical y la formación académica cada vez alcanzan cotas de mayor nivel. Sin embargo, los músicos no son considerados profesionales con un estatus comparable a otros países de la UE. El mayor problema es que no existen suficientes espacios ni cauces que se vertebren desde un conocimiento real y justo con la realidad de los artistas de este país.
“Son numerosos los músicos que no encuentran el espacio para expresarse y poder compartir su música”
Carmen Salguero
¿Considera más complejo hacerse hueco cuando se es emergente y no se tiene un apoyo directo o con el talento y el uso de RRSS es suficiente?
Imagino que depende de las aspiraciones de cada artista. Considero que el uso de las redes sociales no es suficiente. La publicidad y las estrategias de marketing influyen, pero no hay una fórmula mágica que explique qué elementos determinan que una música conecte con el público. Hay un elemento de misterio que es inherente al arte genuino. Al menos, ese es mi humilde consideración.
¿Qué es lo más difícil de dedicarse a la música o intentar hacerlo?
Mantener el compromiso, la dedicación plena, la honestidad, la ilusión, la disciplina en el trabajo y el cultivo de los valores que impulsan de manera genuina el amor por el arte, por la tradición, por la creación y por la libertad de expresión más allá del ego, del aplauso o del éxito comercial en aquellos casos que se anhele conseguirlo.
¿Qué consejo le daría a alguien que está empezando y no sabe cómo hacerlo?
Que crea en su intuición, se mantenga activo en la escucha de los maestros/as sobre sus enseñanzas, cultive humildad, confianza y disposición para poder entregarse a una tarea infinita de aprendizaje. Que no tema a explorar nuevas formas de hacer y sentir, que no olvide la tradición musical que nos cimienta y alienta. Es importante ser honesto con uno mismo/a de forma permanente. Es vital no confundir honestidad con autodestrucción. No me considero apta para brindar consejos, pero alentaría a todo aquel que tenga curiosidad de explorar el aprendizaje de la música a que no se rinda, aunque los comienzos puedan ser confusos o difíciles. La música siempre impera porque es humana la facultad de expresarse desde la necesidad.
¿De qué manera la música ha cambiado su vida? ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a través de ella?
No termino de asimilar todo lo que he podido conocer, aprender y vivir gracias al cultivo de la música. La música no ha cambiado mi vida ya que no recuerdo vivir sin la necesidad de que ésta forme parte primordial de mis días. Mi aproximación al mundo, mi educación sensorial, intelectual y moral se han constituido a través del vehículo de la misma. No creo que haya un mensaje único que me gustaría transmitir, sueño con poder superar la indiferencia del oyente, incentivar un resquicio de asombro o curiosidad. Ojalá a través de la música podamos cultivar libremente la necesaria labor de luchar contra las injusticias que imperan en nuestro mundo.
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