
El 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una jornada para reivindicar el papel fundamental del periodismo y de los periodistas en las democracias y alertar sobre las amenazas a su independencia. Para reflexionar sobre ello, entrevistamos a María Gracia Losilla, periodista con una extensa trayectoria en medios de comunicación, gabinetes institucionales y actualmente gerente de la Asociación Down Huesca. Con su mirada crítica y experiencia diversa, Losilla analiza el estado actual del periodismo, la comunicación pública y el compromiso social de los medios.
P: Comenzaste en prensa escrita en los años 90. ¿Cómo ha cambiado desde entonces la forma de ejercer el periodismo?
R: Es una realidad diferente. Han pasado muchos años y la profesión ha cambiado completamente. Ha cambiado en general el paradigma de la comunicación.
P: ¿La comunicación ha cambiado más que el periodismo?
R: Sí, el cambio ha sido originado por la comunicación en sí, porque ha cambiado la forma en la que fluyen las informaciones. Sobre todo, con las nuevas tecnologías, los agentes que participan en la comunicación han generado también una forma diferente de ejercer el periodismo.
P:¿Qué es para ti la libertad de prensa?
R: Es un derecho esencial que debería ser protegido y potenciado. Y como muchas veces no sucede, debería ser un objetivo para conseguir no solo por quienes trabajamos en comunicación, sino por toda la sociedad y por los líderes en cualquier ámbito.
P: ¿Crees que hoy los periodistas son más libres que antes o hay más presiones, aunque sean de otro tipo?
R: Creo que ha habido presiones siempre. Desgraciadamente soy un poco pesimista en este sentido. Ahora, además de las presiones tradicionales, hay otras ajenas a la empresa o al entorno social, mucho más difíciles de controlar, de prever y mucho más tóxicas. Hay muchísima más intoxicación.
P: ¿Las redes sociales son una amenaza o una oportunidad para el periodismo?
R: Como todo, pueden ser una amenaza o una oportunidad. Todo depende de cómo se utilicen y de si su uso está basado en pautas éticas y una forma coherente de ejercer el periodismo. El cómo se utilizan va ligado a la formación que tienes, a cómo ejerces el periodismo y si hay unos cimientos de profesionalidad, de rigor, que permitan usarlas correctamente.
P: Has trabajado dentro de instituciones públicas como jefa de gabinete. ¿Cómo es la relación con los medios? ¿Se favorece la transparencia o hay barreras?
R: Creo que no se favorece la transparencia, pero no por culpa de las instituciones, sino por la estructura empresarial. Ahora hay más profesionales de la comunicación en instituciones o empresas que en medios, y eso desequilibra la balanza. Los periodistas tienen menos capacidad para contrastar la información, elaborar contenidos propios o atender directamente a las fuentes. Eso desvirtúa el ejercicio del periodismo y dificulta la independencia y la transparencia.
“La estructura empresarial dificulta la transparencia de la información”P: ¿Qué opinas del creciente uso de la comunicación directa por parte de gobiernos y empresas que, a veces, evita a los periodistas?
R: Está vinculado con lo anterior. También en esa parte del tablero se debe jugar con profesionalidad y ética. Desde las empresas debemos tener claro que queremos colocar un mensaje, sí, pero no todo vale. La comunicación corporativa debe ejercerse con rigor profesional.
P: Ahora eres gerente de una asociación como Down Huesca. ¿Qué importancia tiene la prensa para visibilizar causas sociales como la inclusión de personas con discapacidad?
R: Es una herramienta fundamental dentro del plan de comunicación. Las relaciones con los medios nos permiten llegar a nuestros públicos. Para ello debemos trabajar desde la cercanía, con confianza mutua, estableciendo puentes que nos permitan hacer llegar nuestro mensaje y nuestros objetivos a la sociedad.
P: ¿Qué papel tiene el periodismo en la construcción de una sociedad más empática e inclusiva?
R: Primero debe haber interés por saber qué es la inclusión y por conocer realidades diferentes. Es imposible trasladar algo que uno no conoce. Las entidades tenemos que acercarnos más a los periodistas y hacerles partícipes de nuestra realidad. Y los periodistas deben tener esa inquietud, que creo que es parte esencial del oficio, de conocer estas realidades y transmitirlas.
P: En relación con eso, ¿crees que hay espacios suficientes en los medios para contar historias humanas de impacto positivo?
R: Creo que cada vez hay más, pero no por romanticismo. Es porque el público lo demanda. A quienes consumen información les interesan las historias con personas detrás. Estamos saturados de comunicación oficial, de mensajes artificiales. Buscamos emociones, buscamos historias reales. Aún debería haber más espacio para ellas, porque eso nos ayudaría a construir una sociedad más humana y empática.
P: ¿Qué le dirías a un joven que quiere dedicarse al periodismo hoy?
R: Que tenga claro el porqué y el para qué. Y que, con eso claro, trabaje siempre desde el rigor y la responsabilidad. Las herramientas o los contextos pueden cambiar, pero esos son los cimientos. Tener claro por qué nos dedicamos a esto, y hacerlo siempre con honestidad.
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