Por Mario Jiménez Baquedano
El CD Brea, fundado en 1971, es un humilde equipo de la provincia de Zaragoza. El club, ubicado en el pueblo de Brea de Aragón, que apenas cuenta con 1600 habitantes censados, ha ido subiendo escalones por las distintas categorías del fútbol regional. En los últimos años, ha podido consolidarse en 3º División Aragonesa, pero este verano ha dado un paso más: ascenso a 2ª RFEF (4º categoría del fútbol español) y clasificación para la disputa de la Copa del Rey. Un éxito sin precedentes, de la mano de una de las aficiones más fieles de la provincia.
Los aficionados hacen de cada partido una fiesta, ya sea en casa o a cientos de kilómetros, así fue en el partido de liga que disputaron en septiembre ante la Peña Deportiva, un equipo de Ibiza. “El club se dio cuenta que los hinchas tenían ganas de ir a ver el partido en Ibiza y organizó un viaje para más de 50 personas. Al acabar, con derrota (3-0), la afición nos animó como si hubiésemos ganado. Fue increíble”, relata Guillermo Veintemilla, jugador del CD Brea.
El crecimiento del club
Tras su éxito por las categorías del fútbol regional, los últimos años han permitido al CD Brea situarse en el panorama nacional. En 2020, a pesar de que se quedó a las puertas del ascenso, el club dio un paso de gigante para establecerse como uno de los mejores equipos de 3ª División. El ascenso no era una obligación, si no un sueño. Esto le hizo no venirse abajo y, un año después, el 9 de mayo de 2021, de la mano de su entrenador de aquel momento, Raúl Jardiel, acabó logrando un ascenso histórico a una de las nuevas categorías del fútbol español, la 2ª RFEF, tras derrotar a la SD Huesca B en el partido decisivo. Ahí, en el estadio de Piedrabuena, empezó todo.
En 2ª RFEF, el municipio más pequeño de los 90 que forman la categoría compite con equipos con pasado reciente en Primera y Segunda División, como el CD Numancia. Pero el club, lejos de achantarse, ha convertido esa ‘debilidad’ en una fortaleza con su lema: “Los grandes partidos se juegan en pueblos pequeños”. Además, el pasado 6 de septiembre de 2021, el CD Brea celebró su 50 aniversario, justo un día después de disputar su primer partido en 2ª RFEF.
“Somos conscientes del club que somos y sabemos que tenemos que pelear contra equipos históricos, que tienen presupuestos muy superiores, y para eso estamos aquí. Hay que intentar mantenerse porque nos lo merecemos”, comenta Daniel Martínez, técnico del CD Brea, que entendía que llegar al club zaragozano era “una oportunidad irrechazable”.
Esta temporada, con el impulso del ascenso y la mejora de la situación sanitaria, la afición se volvió a volcar con el equipo. Superó las expectativas de un pueblo en el que una persona de cada tres es socia. “El año pasado, a pesar de la pandemia, tuvimos el 70% de renovaciones de los abonados que estaban el año anterior. Este verano, el CD Brea ha notado el empuje de la afición, pasando de 300 socios que tenía habitualmente a más de 500”, expresa Fran Ariza, directivo del CD Brea.
El fútbol modesto, en el escaparate
La Copa del Rey, tras el cambio de formato de los últimos años, ha pasado a ser una competición impredecible y apasionante. Los más humildes pueden recibir a equipos profesionales y eso fue lo que ocurrió el pasado 1 de diciembre en el Piedrabuena, estadio del CD Brea. Los aragoneses, que recibieron a la UD Ibiza, hicieron del partido una fiesta para recordar toda la vida y sentirse orgullosos.
La Copa es una oportunidad de oro para que los equipos más modestos se den a conocer y puedan disfrutar ante equipos de la élite nacional. “Muchos de los jugadores no habíamos debutado en la competición y teníamos muchas ganas. Ese día estaba lloviendo, pero la gente no paró de animar, había bengalas… El ambiente fue una pasada”, explica Veintemilla.
Llegar al fútbol profesional es muy complicado, así que muchos futbolistas de categorías humildes tienen que compatibilizar su trabajo con el fútbol. “Para nosotros es una oportunidad de jugar contra un equipo profesional. Ese día me levanté a las 06:30 horas para currar, después teníamos el partido y, al día siguiente, en vez de descansar para recuperarme, tenía que volver a trabajar. Pero mereció la pena”, comenta el futbolista del CD Brea.
Competir desde la humildad y el trabajo, el éxito del CD Brea
“Estamos viviendo cosas que hace apenas dos años eran impensables. No nos propusimos el ascenso, pero compitiendo como venimos haciendo lo hemos conseguido y, ahora, estamos viviendo esto como una ilusión constante. Mañana no sabemos dónde estaremos, por eso tenemos que disfrutar al máximo cada día y no ponernos objetivos a largo plazo”, expresa Fran Ariza, directivo del CD Brea.
Veintemilla también lo tiene claro: “Llegué al club hace cuatro años y todo ha sido positivo. Por ello, a veces, pienso que en algún momento tiene que llegar alguna situación negativa, así que alargar las alegrías todo lo posible porque no sabemos cuánto van a durar”. En los últimos años, el CD Brea ha ido haciéndose un hueco entre el fútbol semi profesional construyendo un equipo con una base: firmar a futbolistas de la tierra. Y es que la gran mayoría del equipo tiene raíces en la comunidad aragonesa en la que se ubica el pueblo.
El CD Brea es “un club muy familiar”, explica su propia directiva. Todo tiene una base: el apoyo de los habitantes del pueblo. “Cuando se necesita algo, ahí están los socios para ayudarnos” y, por ello, el club siempre intenta acercarse a la afición porque con ese apoyo “es imposible no ilusionarse». “Hay que dar el máximo por todo el pueblo para ganar cada fin de semana y que se sientan orgullosos”, expresa Ariza.
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