Las ventas crecen en los comercios alimentarios, modifican los horarios de venta al público y alargan los turnos de trabajo para reponer y dejar a disposición de los clientes los productos más demandados por la crisis del coronavirus.
La Comunidad de Aragón es el noveno colectivo español con más defunciones por coronavirus, así lo afirma el Ministerio de Sanidad. 4.664 son los casos confirmados a fecha de 17 de abril, según los datos de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón. Aunque, 2.151 individuos han sido ingresados, de los cuales 240 están en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 731 son sanitarios.
El número de fallecidos ha aumentado a la cifra de 562 muertos. A 45 pacientes les han dado el alta en Aragón al no tener los síntomas de la COVID-19 y dar negativo en la prueba. La aparición del coronavirus en España se ha acelerado tan rápido, que se ha alcanzado una situación excepcional.
Los supermercados son los comercios que más cambios han notado, como la modificación de sus horarios de venta al público, debido a las circunstancias y con objeto de seguir las medidas de seguridad del Departamento de Sanidad, para evitar aglomeraciones y proteger, tanto la salud como la seguridad de clientes y trabajadores.
Los supermercados son los comercios que más cambios han notado, como la modificación de sus horarios de venta al público, debido a las circunstancias y con objeto de seguir las medidas de seguridad del Departamento de Sanidad, para evitar aglomeraciones y proteger, tanto la salud como la seguridad de clientes y trabajadores.
Esta crisis de la COVID-19 es una situación de “rapidez y agobio”, cuenta Iñaki Ornad, reponedor del Hipercor: “Llega un camión con mercancía y rápidamente hay que descargarlo para subirlo al supermercado directamente para colocarlo en las estanterías. Así, constantemente”.
La COVID-19 obliga a reponer los productos de primera necesidad
Los aragoneses, una vez declarado el estado de alarma, tenían miedo al conocer la situación que se está viviendo en Italia. Los supermercados han sido los primeros establecimientos en lanzar mensajes de tranquilidad y seguridad hacia la ciudadanía, a la hora de ir a comprar alimentos y artículos necesarios para el día a día.
Los productos básicos están siendo los más demandados, lo que obliga a los supermercados a reponerlos una vez se vacien las estanterías. Mario Caballero, reponedor del supermercado de El Corte Inglés dice: “Los productos que más hemos tenido que reponer son los de primera necesidad, desde conservas de todo tipo, como pescados o vegetales, a lácteos, huevos y agua”.
La situación no es la misma en todos los supermercados, siendo algunos establecimientos los que no reciben los productos más solicitados en el día. Pilar Sánchez, reponedora, dice: “Lo que más se compra a parte del papel higiénico, son los rollos de cocina, legías, desinfectantes, guantes de látex y nitrilo. Estos días nos han faltado los productos estrella porque no nos ha venido absolutamente nada”.
Las estanterías vacías son un reflejo de la realidad de los primeros días de esta crisis de la COVID-19. Aunque, durante estos días, muchos bulos han circulado por la red, asustando a la población. Ornad afirma que: “La imagen de una estantería vacía da sensación de que los productos se acaban, pero la realidad del principio es que con el personal que había, no daba tiempo a reponer todas las áreas que quedaban vacías”. Los supermercados, poco a poco van recuperándose.
El consumo aumenta por la crisis del coronavirus
La población aragonesa hace la compra para más de una semana y sus prioridades son los productos cárnicos. María del Carmen Vera, responsable de la Carnicería Carmen cuenta que “las cantidades que se llevan no son lo habitual. Además, están acaparando todo lo que pueden de género fresco para congelar”.
“A parte de nuestra clientela fija, viene más gente porque en estos momentos prefiere comprar en tiendas más pequeñas”
Los primeros días, las situaciones en los supermercados han sido muy complicadas, al ser una circunstancia excepcional que no se había vivido nunca, afirma Sánchez. Además, Sánchez explica que “hemos triplicado la venta de un día normal, ya no hablamos de los fines de semana, ni de navidad. Ahora, la situación está más controlada”.
Los reponedores de los supermercados han llegado a ampliar sus turnos de trabajo, para poder abastecer a todos los clientes. Además, intentan llevar la normalidad a sus trabajos. Caballero señala que “las ventas han aumentado en gran manera. Cuando se empezaron a conocer los primeros casos en el país, fue una auténtica locura. Tuvimos que alargar nuestro horario de trabajo todos los días porque no llegábamos a reponer todo. Aunque, a partir del día 15 la situación está más calmada, desde que se afirmó el estado de alarma”.
Las estanterías, en algunos casos, se han visto vacías, pero el ayuntamiento de Zaragoza quiere transmitir tranquilidad a los aragoneses a la hora de comprar. Además, el alcalde de la capital, Jorge Azcón, visitó las instalaciones de Mercazaragoza para asegurar a los ciudadanos que hay producto suficiente para abastecer al sector alimentario, “quedando muchas cajas de productos y alimentos”.
Los supermercados toman medidas en el estado de alarma
Mascarillas, guantes de látex y jabón son los productos que forman parte del día a día en los supermercados, tanto para los trabajadores, como para los clientes. Los usuarios a la hora de ir a comprar han de seguir unas medidas de higiene para protegerse y evitar esparcir el virus.
Los trabajadores y compradores han de seguir unas reglas para facilitar la situación que se está viviendo con la crisis del coronavirus y, además, para facilitar la convivencia en los supermercados. Caballero manifiesta que “en todo el súper han delimitado zonas de separación, mediante líneas en el suelo, por ejemplo, en la carnicería, en la pescadería o en las cajas, para evitar aglomeraciones”.
“A los clientes se les facilita guantes de látex al entrar a comprar para que no tengan que tocar nada”
Caballero agrega que “distintos compañeros están desinfectando todo el rato las cajas y los carros que utilizan los clientes. También se han colocado diferentes carteles por todo el supermercado sobre la distancia mínima de seguridad”.
Las reglas son las mismas en supermercados y pequeños comercios, por lo que toda la sociedad está obligada a cumplirlas para colaborar en el estado de alarma. Vera nos cuenta que: “Intentamos ir lo más protegidos posibles y en la tienda solo entran de cuatro en cuatro personas, como mucho cinco. El resto de clientes esperan en la calle por seguridad”.
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