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Zaragoza debate si las mascotas pueden subir al bus

El borrador de la nueva Ordenanza de tenencia y circulación de animales domésticos en Zaragoza se encuentra en pleno debate. El objetivo es fomentar la convivencia entre personas y animales, pero  algunas de sus novedades han desatado la polémica, como la que propone permitir a los ciudadanos acceder a los transportes públicos acompañados de sus mascotas. El Consejo Sectorial de Protección Animal será el encargado de decidir todos los detalles de esta normativa.

Zaragoza continúa su andadura hacia una ciudad modélica en todos los aspectos. Siguiendo esta línea, hace unos meses el ayuntamiento dio carta blanca a la posibilidad de que los animales estuviesen sueltos en los parques a determinadas horas del día. Ahora el principal interés es adecuar la actual ordenanza,  aprobada en1994, alos nuevos valores de ciudadanía vigentes.

Todavía no están claros algunos de los aspectos que recogerá la nueva normativa.  Sin embargo, ya se conocen algunos de los requisitos que tendrán que cumplir los usuarios que quieran acceder al transporte público acompañados de sus mascotas. Así, los animales deberán ir atados y con bozal, en trasportín o bolsa homologada si pesan menos de ocho kilos. En el caso de que superen este baremo deberán ir también atados y con bozal.  Tan solo podrá subir un animal sin trasportín o dos en el caso de que sean del mismo dueño. Además, la intención es que quede restringido el acceso de las mascotas al transporte público durante las horas punta (todavía por fijar) y solamente habrá un can por vehículo o dos si son del mismo dueño.

A día de hoy, las mascotas no pueden viajar en autobús o cercanías, a excepción de los perros guía que acompañan a las personas invidentes. El tranvía en cambio permite el transporte de pequeños animales domésticos. Así lo recoge el artículo 24 del Reglamento del servicio público de transporte urbano que especifica que podrán viajar “aquellos animales domésticos pequeños que puedan ser transportados en receptáculos convenientemente preparados para tal fin, de modo que no puedan ensuciar o incomodar al resto de usuarios”. En lo que respecta al tranvía la nueva ordenanza establece que las mascotas deberán viajar en el último vagón, donde podrán subir animales de todos los tamaños, siempre respetando las normas citadas.

Después de que desde el Ayuntamiento decidieran iniciar el proceso para modificar dicha normativa, y tras el estudio de las muchas posibilidades a reformar, ya se han puesto en marcha los trámites para su aprobación. El Concejal de Cultura y Medio Ambiente, Jerónimo Blasco, anunció que la redacción del primer para el mes de octubre, y para estudiar y debatir el contenido se ha constituido el llamado Consejo Sectorial de Protección Animal, formado por los grupos más representativos y que más tienen que decir a cerca del tema, así como por las fuerzas políticas que constituyen el Ayuntamiento. Miembros de las asociaciones protectoras de animales de Zaragoza, de la Unión de Consumidores de Aragón, de la Federación de Barrios de Zaragoza y  del Colegio de Veterinarios, y representantes de los partidos políticos (PP, PSOE, IU, CHA) forman este foro.

La semana pasada tuvo lugar la primera reunión para estudiar y debatir el contenido del borrador de la nueva ordenanza sobre tenencia y circulación de animales de compañía en la cuidad, donde se asentaron las bases fundamentales de esta iniciativa. En la sesión, que tuvo lugar en el Ayuntamiento de la ciudad, se trataron los diferentes aspectos que se pretenden incluir o modificar con respecto a la anterior ordenanza y sus miembros pudieron mostrar su punto de vista, positivo en todos los casos. Una vez presentado el primer borrador todos los miembros del consejo disponen de 15 días para presentar sus enmiendas. El grupo de CHA propuso hacer una consulta popular, aunque no se decidió nada, al menos por el momento. Pasado este plazo se reunirán de nuevo para debatir lo que se presentará como segundo borrador y que posiblemente se lleve a la votación del pleno para su aprobación y puesta en vigor.

La reforma de la ordenanza llega en un momento delicado. Algunos ciudadanos consideran que esta cuestión no debería ser prioritaria teniendo en cuenta la crisis económica y financiera en la que nos encontramos. A esto se suma la polémica despertada en cuanto a la variedad de opiniones respecto a los diversos aspectos a los que afectará la modificación. Sin duda el que más controversia ha suscitado entre los ciudadanos ha sido el hecho de que los animales domésticos puedan viajar en el transporte público. Respecto a esto, los miembros del Consejo Sectorial de Protección Animal, coinciden y mantienen una postura a favor.

Rosa Lausin, vocal de la junta directiva y miembro de Asociación Para la Defensa y Prevención de la Crueldad contra los Animales (A.D.P.C.A.), dice al respecto que «esto se está haciendo en muchos países europeos desarrollados con absoluta normalidad, no es nada novedoso». A la hora de valorar el borrador, la vocal manifiesta su aprobación y declara: «Nosotros estamos muy contentos porque nunca había habido tanta voluntad por parte de una institución en el tema de la protección animal». El debate también gira en torno a qué tipo de animales podrán subir al transporte público, ya que el borrador de la nueva ordenanza (al que esta revista ha podido tener acceso), habla de animales domésticos y no especifica el tipo. Respecto a ello, Rosa Lausin explica que «entendemos como domésticos aquellos animales que dependen totalmente del hombre, también el concepto de conejos, hamsters, roedores… Evidentemente lo que no esta recogido es que suban animales como reptiles».

Eva Aranda, veterinaria de la Clínica Veterinaria Torrero, se muestra receptiva con la modificación de la ordenanza, y declara que «en principio me parece positiva la media porque hay muchos animales pequeños que antes no podían subir pero hay que saber que convivimos en el autobús con otras personas». Aunque, con respecto a las posibles alergias o miedos, señala que «hay que poner unos límites y apelar a la conciencia de los propietarios de los animales».  En cuanto a la salud de éstos, Aranda explica que no se verán influenciados, pero señala que «los que se verán afectados serán los propietarios de los animales y los usuarios del transporte urbano porque tendrán que hacer un ejercicio de convivencia y hay gente que no está acostumbrada».

Desde el Consistorio zaragozano apelan al consenso y señalan que la normativa todavía está en proceso de elaboración, por lo que hay muchos ámbitos que están en el aire y de los que todavía quedan matices que debatir. Para que lo animales viajen en trasportín no habrá ningún problema, ya que no necesitan una superficie exclusiva para ellos. La polémica viene cuando se habla de animales más grandes, a lo que fuentes del Ayuntamiento contestan que se está negociando para que se habilite un sitio que no moleste. Por el momento no descartan ninguna opción antes de que los informes técnicos solicitados determinen las posibilidades mejores.

Además, tal y como se cita en el artículo 22 del borrador, quedará prohibido el traslado de perros potencialmente peligrosos en el transporte público. Una vez conocido esto, existe la preocupación a cerca del control de la subida de los animales. El citado artículo también habla de higiene, aunque sin entrar en demasiados detalles. “Deberán ir en las condiciones de higiene y seguridad oportunas y con la documentación que corresponda”, recoge el borrador. Fuentes del Ayuntamiento han declarado que “es muy complicado que un animal en un autobús se orine pero si que vamos a contemplar la posibilidad de que hubiese papel o bolsas de plástico en el caso de que tuvieran que usarlo”.  El consistorio quiere dejar claro que una vez aprobada y puesta en vigor la norma habrá un servicio informativo formado por miembros del cuerpo municipal de voluntarios para solventar todas las dudas posibles y asegurar su correcto cumplimiento

Pese a los vacíos que existen en la normativa, el  Ayuntamiento de Zaragoza quiere dejar claro que “cualquier situación pasa por la premisa de que primero es el viajero, tiene prioridad absoluta. Todo con educación y respeto. Desde luego el derecho de las personas tiene que imperar”. Las sanciones que se aplicarán en caso de incumplimiento de la norma son varias, al igual que los aspectos recogidos en ella, ya que en la nueva ordenanza se abarcan otros temas además del transporte público, como la ampliación de las horas de suelta de las mascotas en los parques públicos (de noviembre a abril de 20  a 9 horas y de mayo a octubre de22 a9 horas).

En este momento más de 50.000 familias zaragozanas tienen mascota y podrían verse beneficiadas con esta nueva ordenanza.
Ciudades españolas como Barcelona, Madrid o Valencia ya cuenta con una normativa de estas características.

“Todo derecho tiene su obligación”, tal y como declaran desde el consistorio zaragozano. Por ello, las multas pueden llegar hasta los 3000 euros para infracciones muy graves. Los propietarios que no hagan callar a sus mascotas podrían recibir una multa de hasta 1500 euros. Se considerará infracción de carácter grave no evitar las molestias que los animales puedan causar consistentes en ladridos, aullidos, maullidos, etc. que superen los niveles de ruido máximo de decibelios (65 decibelios de día y 27 noche). También será infracción grave no darle los alimentos necesarios al animal y no vacunarles ni realizarles los tratamientos obligatorios.  En el caso del incumplimiento de las normas que regulan la circulación de animales en transporte público las sanciones podrán alcanzar los 750 euros.

El Consejo Sectorial de Protección Animal sigue trabajando en busca de una ordenanza que se adapte a las necesidades y derechos de una ciudad que mira hacia el futuro.

Más información sobre razas de animales y sus pesos en:

http://www.perros.com/razas/

http://www.gatos.royalcanin.es/razas

Información: Nerea Beatove, Patricia Blasco, Itziar Cortés y Carolina De La Rosa

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