La anorexia y la bulimia son dos trastornos mentales que aumentan cada año en Aragón. En el último informe realizado por la unidad de psiquiatría del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza informan de un total de 1.366 casos de TCA (Trastornos de Conducta Alimentaria).
Muchas son las dudas a la hora de cómo nombrar este tipo de enfermedades o trastornos. La psicóloga infantil y neuropsicóloga Reyes Blázquez afirma que: “A las cosas hay que llamarlas por su nombre, es un trastorno de la alimentación, es una enfermedad mental”.
La anorexia y la bulimia son desórdenes alimenticios, quien los padece son personas que van perdiendo peso de forma progresiva y se producen alteraciones tanto biológicas como psicológicas. Ambas enfermedades pueden llegar a ser mortales. Existen semejanzas y diferencias entre estos dos trastornos, el objetivo común es la pérdida de peso. Las diferencias se encuentran en la forma; con la anorexia los enfermos comen menos cantidad para adelgazar y en la bulimia, tienen hambre, lo que les genera una ansiedad que les hace comer de forma compulsiva y, al final, acaban provocándose el vómito o tomando laxantes, esto les hace tener problemas en el esófago y daña todo su aparato digestivo.
Son varias las señales que ayudan a identificar estos casos: pérdida de peso, bajada de la tensión y de la temperatura corporal, caminan más despacio y su cerebro actúa de la misma manera, y en el caso particular de las mujeres, el aparato reproductor deja de funcionar: “El cuerpo humano es muy sabio y cuando nota que hay un aporte inferior a lo necesario para la vida, empieza a dejar de utilizar cosas que no son necesarias para vivir”. En los cambios psicológicos se encuentran las alteraciones del cambio perceptivo, que además de desfigurar su imagen real, les impide visualizar la realidad tal y como la ven los demás. Como consecuencia de todos los cambios psicológicos, las habilidades sociales y el autoestima quedan casi anulados.
Las razones por las que una persona comienza a desarrollar este tipo de transtornos no son claras del todo, pero la mayoría responden a desestabilidad emocional, que les afecta más a personas sensibles, aunque la mayoría vienen impuestos por la sociedad. La publicidad, los anuncios y los diseñadores de moda idealizan una imagen que se aleja de la normalidad, para ellos, una persona alta, delgada y guapa es la que logrará el éxito y triunfará. Esto influye en gente débil que se deja llevar por las modas y acaban cayendo en lo que la publicidad, los anuncios y diseñadores imponen. “La presión mediática es algo muy importante que también está ahí”, afirma Blazquez.
El principal factor para superar estos trastornos es el apoyo familiar. En la Asociación Arbada (Asociación Aragonesa de familiares enfermos con trastornos en la conducta alimentaria) llevan a cabo una serie de talleres y terapias para conseguir que tanto los familiares como los enfermos superen dichas enfermedades. También se encargan de intentar controlar los medios de comunicación y la publicidad engañosa, además de intentar establecer convenios con la Dirección General de Consumo para controlar las páginas web que hacen apología de la anorexia y bulimia.
Mercedes Barcelona, trabajadora social de Arbada, explica los motivos del aumento de casos en Aragón: “Una persona manifiesta las dificultades a través de la alimentación, es probable que en estos momentos en situación de crisis la gente se haya desbordado por situaciones de su vida o del entorno socio-laboral, haciendo que se manifiesten las dificultades en la alimentación, provocando así un incremento”. La recaída es muy frecuente en estos casos por lo que las familias tienen que desempeñar un papel fundamental para ayudar a superar con éxito el proceso.
Informan: Laura Díaz, Rocío Huerta, Alejandro Lechón y Ester Sancho.
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