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La USJ celebra la Semana de los cuidados paliativos

El médico Roberto Moreno y la enfermera Real Rodeles explicaron los objetivos, síntomas capitales y principales alivios de los cuidados paliativos en una conferencia en el aula magna de la facultad de Ciencias de la Salud. Con  esta charla y la impartida el pasado martes por sus compañeras, María Pilar Torrubia y Pilar, la Universidad San Jorge ha querido conmemorar la Semana de dichos cuidados. 

Se entiende por cuidado paliativo las atenciones que una persona  y su entorno reciben ante una enfermedad crónica terminal.  Por ello, Roberto Moreno señaló entre los principales objetivos de esta medicina: aumentar tanto el bienestar del enfermo como de sus cuidadores familiares para mejorar la calidad de vida de la unidad familiar, evitar obstinación terapéutica y asumir que hay problemas que no tienen cura, aliviar los síntomas del enfermo y conseguir, llegado el momento, una buena muerte o muerte digna.

El doctor Moreno repitió en varias ocasiones: “En paliativos no se debe dar antibióticos de los que no se espere un beneficio sintomático. En ocasiones, por intentar solucionar algo que de ante mano sabemos que no tiene cura, se empeora la situación del paciente”.

Los síntomas más comunes en los pacientes terminales son: confusión a causa de una encefalopatía, insomnio o  ansiedad, la ascitis o molestias abdominales,  hemorragia digestiva, trastornos del comportamiento, el dolor con sus respectivos quejidos y llamamientos, estertores o secreciones o la disnea. Por ello, tanto Roberto Moreno como Real Rodeles destacaron que con estos pacientes, sobre todo y ante todo, hay que tener paciencia, respeto y dedicación.

“Cada paciente es una persona diferente e individual. No es la 202 puerta o ventana. Es don José con cáncer en pulmón. Mirando y escuchando podremos comunicarnos, acercarnos a él y que la familia entienda que lo que queremos es ayudarles”, señaló Real Rodeles.

Ambos profesionales sanitarios consideran que el procedimiento a seguir es: en primer lugar, explicar al enfermo su dolencia con honestidad, advertir a la familia de los síntomas y problemas que la enfermedad va a manifestar conforme se desarrolle, aliviar el dolor del paciente en la medida de lo posible, apoyar a la familia en lo que necesite y ayudar a que el enfermo tenga una muerte digna en su hogar.

“Es importantísimo que el ambiente familiar sea colaborador y cómodo. Es mejor cuidar al paciente en su hogar siempre que se pueda  y no acudir al hospital a la primera de cambio. Sin embargo, hay dolencias como la hemorragia digestiva o  la disnea que angustian mucho a los familiares por lo que es  tan importante explicarles a ellos la enfermedad, también a ellos, y la forma de aliviar correctamente” aseguró Roberto Moreno. A esto, Real  Rodeles añadió: “En el siglo XXI, uno no puede morir en un lugar que no quiere, para ello, hay que preguntar. El hospital es el lugar para no morir,  cuando no hay solución uno debe morir en intimidad, con privacidad y con sus seres queridos”.

La charla concluyó con una reflexión de la enferma Rodeles sobre la individualidad e importancia del paciente como ser único y respetable, la forma en la que el personal sanitario no debe dañar jamás su  dignidad y el intercambio de opiniones y experiencias entre los dos invitados con parte del profesorado universitario.

Informa: Leyre Beazcochea

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