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Antiguos trabajadores de los Cines Renoir planean reabrir sus puertas

Tres de los siete antiguos trabajadores de la antigua sala de cine Renoir trabajan en la reapertura de un espacio cinematográfico en el que tengan cabida las películas menos comerciales. Sergio Casado, Óscar Cubel y Elena Sánchez están en el proceso de establecer una cooperativa sin ánimo de lucro que proyecte versiones originales, cine español, europeo e independiente.

Su principal objetivo es que los cinéfilos de Zaragoza tengan una sala fija, al margen de los intereses comerciales, que proyecte películas diferentes. “Actualmente, vivimos en la época en la que más pantallas tiene la ciudad y en la que menos películas se estrenan. Todos leemos el mismo grupo de libros, vamos a los mismos bares de moda, compramos en las mismas tiendas… Todo esto provoca que la población piense igual y se dirija por el mismo camino.  No digo que este camino sea malo pero su única existencia nos empobrece a todos”, destaca Sergio Casado.

Estos amantes del séptimo arte confiesan dirigirse a aquellos espectadores  que creen que es posible aprender, mejorar y formarse con el cine, que no es solo entretenimiento. Dentro de su programa también está la organización de coloquios, preestrenos, invitaciones a cineastas, ciclos de cine antiguo…”Renoir era un lugar diferente, aquel lugar en el que se proyectaban las ‘películas para pensar’. Es esa la esencia que queremos recuperar’”, señala Casado.

Intentan seguir el ejemplo de Renoir Palma, quien no llegó a estar dos meses cerrada a causa de la masiva movilización ciudadana, e incluso mejorarlo. Actualmente, esta sala de cine se financia a través de una cooperativa sin ánimo de lucro y de las donaciones, mensuales o anuales, de sus 1.600 socios.  “Un cine completamente independiente y con un precio de entrada variable, pendiente todavía de fijar pero inferior a la taquilla convencional”, asegura Sergio Casado.

Para llevar a cabo su objetivo, Sergio, Óscar y Elena han contactado con el dueño del antiguo local quien ha accedido a arrendar las cuatro salas por un precio más bajo que el fijado hasta mayo del pasado año, cuando el cine echó el cierre. Actualmente trabajan en un plan económico con el apoyo de Emprender Aragón para conocer sus posibilidades y miden al apoyo de la sociedad zaragozana a través de los seguidores de su cuenta de Twitter.

Aunque desde el cierre de la antigua sala han barajado la posibilidad de esta reapertura, fue el éxito de la proyección de la última película de David Trueba Madrid, 1987 en Paraninfo el detonante que provocó que en el mes de diciembre se lanzasen a esta aventura. Sergio luchó para que esta película se proyectara en la ciudad y tras comprobar su gran acogida, consideró que no eran pocos los ciudadanos que apostaban por este cine diferente. “Creo en una ciudad viva, culta, europea y activa, no conformista”, confiesa el cinéfilo Casado.

Para ellos, contar con el apoyo de los ciudadanos es muy importante ya que depende de ellos que su sueño de reabrir la sala se haga realidad. Hasta el momento, han medido su acogida a través de los seguidores de su cuenta de Twitter @UnNuevoRenoir, la cual  en menos de un mes ha conseguido más de 900 seguidores. Su próximo paso será crear una página web en la que llegar a más gente y en la que los amantes del séptimo arte puedan expresarse respecto al tema.

Óscar, Elena y Sergio piden a los amantes del cine que les den su apoyo pero, sobre todo, que se informen y lean sobre lo que significa el cine en general, su sala, lo que se exhibe en ella y el porqué lo hace. La razón por la que hay películas que no llegan a Zaragoza y se cuestionen si en una ciudad de estas dimensiones no hay lugar para un cine diferente.

Informa: Leyre Beazcochea

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