Los skateparks de Zaragoza se encuentra en situación práctica de abandono. El Ayuntamiento de Zaragoza, que invirtó cientos de miles de euros en la habilitación de dos espacios en Vía Hispanidad y La Almozara, no ha realizado el mantenimiento mínimo de estas instalaciones. Los usuarios expresan sus quejas y aseguran que son impracticables por su deterioro y la acumulación de basuras.
El primer skatepark de Zaragoza se inauguró en febrero del 2001 tras una inversión de aproximadamente 240.000 euros, según información procedente de la página oficial del Ayuntamiento de Zaragoza. Han pasado casi 12 años desde su apertura y, pese a la reforma que se llevó a cabo en febrero de 2006, el skatepark de la Vía Hispanidad se ha deteriorado y “está en muy mal estado”, argumenta el patinador Sergio Arceiz.
El descontento es general entre los usuarios debido al mal estado del emplazamiento, ya que junto a la pista se encuentran con basura y desperdicios acumulados. “Nadie se dedica a limpiar el skate, que no deja de ser un lugar público. Nos dicen que nosotros somos los que tenemos que cuidarlo pero es trabajo de los servicios públicos de limpieza”, argumenta Carlos Buera, patinador aficionado.
Junto a la basura, las grietas, las barras oxidadas y los módulos de cemento rotos han pasado a formar parte de la estética del skate park junto a los graffitis y la suciedad. “Hay numerosos errores de construcción. El problema es que con el paso del tiempo se han agravado”, señala el patinador zaragozano semiprofesional Rafael Souza.
En enero de 2010 se habilitó un segundo espacio de patinaje, esta vez en el barrio de La Almozara , donde se tuvo en cuenta algunas de las peticiones que hicieron los usuarios. Entre las propuestas estaban que las rampas fueran módulos enteros para evitar la aparición de grietas con el paso del tiempo. Otra de las peticiones era que la nueva zona de patinaje debía estar protegida de la lluvia. “El agua es el mayor enemigo de los patinadores”, sostiene Sergio Arceiz.
El nuevo skate se edificó debajo del puente de la Almozara. “Desde un principio fue un espacio lleno de desechos y desperdicios. Además el agua seguía sin permitirnos patinar con seguridad”, explica Javier Bartolomé, estudiante y skater.
A pesar de contar con dos zonas para practicar el patinaje acrobático en Zaragoza, los usuarios no están contentos con las prestaciones de estas. “Ninguno cumple con nuestras necesidades. Esto no es un capricho, es una cuestión de seguridad”, explica Rafael Souza.
Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza ha explicado que “se trata de una instalación municipal pero el responsable de su gestión es la federación de patinaje”. Sin embargo la Federación Aragonesa de Patinaje no ha dado respuesta alguna tras varios intentos de toma de contacto.
Por ello, estos jóvenes han decidido poner solución a la situación a través de una asociación de patinaje agresivo. “Es algo que estamos desarrollando entre varios amantes de este mundillo. La organización la vamos a llamar BHU (Brothers Hood Urban) y su finalidad va a ser la de evitar que nuestras peticiones caigan en saco roto. De forma legal, nuestras peticiones tendrán más peso”, explica el patinador semiprofesional Rafa Souza, quien ha desarrollado esta idea.
Para estos jóvenes tener a su disposición estos espacios habilitados supone poder hacer su deporte en lugares preparados para ellos. Su seguridad depende de que estos lugares tengan un cuidado y unas revisiones continuas.
Informan: Abel Luid, Diana Iglesias, Adrián Olivas y Alejandro Novella.
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