Ya lo decía el experto periodista Gabriel García Márquez en 1996. “El periodismo es el mejor oficio del mundo. Es la profesión que más se parece al boxeo, con la ventaja de que siempre gana la máquina y la desventaja de que no se permite tirar la toalla». Claro que ahora la situación actual ha cambiado desde aquella 52ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa en Los Ángeles. Pero… ¿somos tan diferentes?, ¿cuánto hemos cambiado realmente?
El pasado 14 de marzo, se celebraba la XXV edición del Congreso de Periodismo de Huesca, donde se dejaron ver los 25 años de cambios, amenazas y nuevos canales que ha sufrido el “buen” periodismo de Cronkite, Wells o el propio Larra.
El periodismo ha sido y sigue siendo una profesión que requiere de un gran compromiso ético y responsable, ya que su misión siempre va a ser informar objetivamente sobre hechos que acontecen. Sin embargo, con el avance de la tecnología y la llegada de plataformas digitales, ha tenido que adaptarse a cambios y enfrentar nuevos desafíos no esperados. La abundancia de información falsa y la creciente importancia de la inteligencia artificial en el proceso de creación y difusión de noticias fue sin duda lo más mencionado durante las jornadas.
EL PERIODISMO MILLENIAL: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS
La primera ponencia venía pisando fuerte. Moderada por el periodista Dani de Castro, de Aragón TV, se analizaron los desafíos que enfrenta el periodismo millennial, pero… ¿qué es esto de millennial?
En la imagen, durante la primera ponencia del XXV Congreso de Periodismo Huesca sobre «Desafíos del periodismo millennial», se observa a Emilio Domenec (LaSexta), Laura Mateo y Juan Moneo (Desvergonzaus). Este encuentro destacó por su enfoque en las nuevas tendencias y desafíos que enfrenta el periodismo actual. Foto: Paula Melús.
Este tipo de periodismo emerge como respuesta. dinámica y adaptativa a las preferencias y hábitos informativos de la generación nacida entre 1980 y los 2000. Este enfoque se distingue por su capacidad de innovar en narrativas, formatos y estrategias comunicativas coorporativas para cautivar a un público más joven y digitalmente nativo. Al integrar tecnologías como las redes sociales y la inteligencia artificial, el periodismo millennial busca no solo informar, sino también conectar con una audiencia que demanda con cada vez más ansia contenido informativo, pero fácil de entender.
Emilio Doménech, conocido como ‘Nanísimo’, aportó su visión y experiencia en el panorama informativo actual. A diferencia de sus otros dos compañeros, él sí es periodista y saltó a la fama al cubrir en español las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 por medio de su canal de YouTube. Sin duda, una forma diferente de informar sobre algo y que tuvo mucho éxito. De hecho, fue el propio diario El País quien decidió compartir en sus redes un video del joven catalán donde explicaba las siguientes elecciones estadounidenses de 2018. Un cambio que fue el pistoletazo de salida para que medios tradicionales comenzasen a contratar a estos perfiles para comunicar a la audiencia qué está pasando en el mundo.
Laura Mateo y Juan Moneo son los creadores y conductores del programa «Desustanciaus«, un proyecto humorístico millennial que destaca por su enfoque fresco y desvergonzado. Se caracterizan por su estilo innovador y capacidad para abordar temas actuales con un toque de humor y originalidad, características que comparten con Doménech. Para ellos, según explicaron, su objetivo es conectar con la audiencia más joven a través de una propuesta creativa y estilo desenfadado.
Durante la ponencia, Emilio, Laura y Juan no escatimaron en denunciar los nefastos «puestos orquesta», esos en los que se exige a recientes periodistas ser polivalentes, capaces de todo, pero sin nunca aspirar a liderar altos puestos. «Se pide espíritu emprendedor, exigen que sepas hacer de todo, pero luego no puedes estar con directivos porque eres un chiquillo», denunciaban los desustanciaos, mientras se dirigían al público más joven de la sala.
No menos contundente fue la intervención de Domenech, quien instó a buscar oportunidades distintas y a ser especialistas en temas concretos, aquellos que la gente ignora pero que merecen ser potenciados. «Saber qué papel tienes dentro de tu propuesta y no querer abarcar muchas cosas para luego no hacer nada es la clave», remarcó con aplomo. Además, hizo hincapié en la necesidad de estar abiertos a las nuevas herramientas, incluso aquellas para las que aún no estamos mentalizados.
En este mundo del periodismo, a los periodistas se nos tacha de no tener independencia y de escatimar en información, pero ¿cuántas personas consumen diariamente noticias a través de sus redes sociales y plataformas como Tiktok? ¿Cuántos opinan y debaten sobre nuestras informaciones por medio de hilos de X? El periodismo está más vivo que nunca, desafiando pronósticos pesimistas y haters modernos.
Por tanto, la batalla por ser cada vez mejores y más verídicos no debe darse por perdida. Es momento de afilar nuestras habilidades, explorar nuevos formatos y mantenernos fieles al compromiso con la verdad. Apoyándonos en nuevos rostros que traigan ideas innovadoras, potencien el periodismo actual y unamos conocimiento para ser la solución del periodismo del futuro.
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