Redactor del Periódico de Aragón, Arturo Pola (Zaragoza, 1992) hace un repaso de cómo ha evolucionado su carrera laboral. Su objetivo es seguir en la profesión con sus innovaciones y futuro en el mundo digital. Renovarse o morir en la jungla periodística.
¿El periodista nace o se hace?
Sobre todo, se nace. Y más actualmente. Con este panorama laboral, la gente tiene ese “gusanillo” que motiva trabajar en periodismo. Las salidas profesionales son diferentes que en otras carreras. Al entrar, piensas que lo llevas dentro de ti, se trata de una pasión.
¿Es vocación u otro motivo?
Lo considero una vocación, por supuesto. Empecé la carrera de Medicina, pero sin éxito. Me equivoqué en mi decisión, no era mi mundo. Intenté buscarme un futuro cómodo y mejor. Pero el tema es si recomendaría estudiar o trabajar como periodista. En principio no, pero si es tu vocación y es lo que quieres, al final es lo que tienes que hacer. Por ello, animo a ir adelante con este sueño. El periodismo no es una rama muerta, al contrario. La figura del periodista es necesaria. Siempre hay trabajo. Se debe buscar, pero hay oportunidades.
¿Cómo es tu trayectoria profesional?
Breve, pero agradecida. Acabando la carrera, inicié las prácticas en el Periódico de Aragón, en la sección de Deportes. Sin planearlo, ya que, tras haberme reunido con el director, empecé allí. No hubiese tenido problemas en estar en otra sección como Cultura, Local, Aragón, etcétera. Desde el primer día, estuve como pez en el agua. ¿El futuro? Puedo amoldarme a las circunstancias, no tendría problema para trabajar.
Corresponsal en Deportes. ¿Resulta difícil hacerse hueco ahí?
Es una sección compleja y especializada en las redacciones. Hay que tener predisposición a todo para hacerte valer. Estar disponible para realizar lo que toque. Está en las ganas que tengas y te den los compañeros, además de tener capacidades sobre lo que te piden. Hay que saber decir que sí y que no. Además, el horario, trabajo en fin de semana… Tragas y lo haces por amor a la profesión. Por mi parte, puedo decir que “sarna con gusto, no pica”, pero no sé si podré aguantar mucho este ritmo de trabajo. De momento, estoy contento y con ganas de seguir.
Una sensación diferente vivir un suceso o informar y trabajar sobre ello
Se siente de otra forma. En mi caso, con un partido de fútbol. También es divertido y lo disfrutas. Puede cambiar si mi vida personal fuera diferente, ya que no trabajas igual con una familia que depende de ti que si no estás sujeto a algo así. En el periódico me divierto. Si lo dejase, sería por la conciliación familiar.
Periodismo digital. ¿Mejor que lo tradicional?
El mundo de la comunicación está creciendo. Me gusta más lo tradicional, pero hay que reciclarse por necesidad. Prefiero realizar reportajes más desarrollados, pausados y con más tiempo que otras piezas que generen más competencia directa -y rápida-, como son las digitales. Lo veo como la diferencia entre comida casera y rápida. El periodismo digital te obliga a la inmediatez y a los clics, contenido en grandes cantidades. La calidad se va perdiendo por el camino.
Fake news y deportes, ¿una relación difícil?
No lo estoy sufriendo, por ahora. Lo veo más como consumidor antes que como generador de noticias. Al trabajar en un periódico reconocido en la comunidad autónoma de Aragón, no se plantea sacar fake news. No entra en el paradigma del medio. Aunque, cada vez, hay una tendencia a hacer noticias virales que, en el pasado, no tenían cabida por el consumo informativo.
¿Cuál es tu objetivo como periodista?
Tener un estilo propio y reconocible, que me reconozcan en una pieza escrita. Conseguir eso será un gran éxito para mí. Que aseguren que «ha sido Arturo Pola quien ha escrito esto». A corto plazo, sería súper especial y me haría mucha ilusión, dentro y fuera del campo, contar cómo el Real Zaragoza vuelve a Primera División.
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