César Catalán ha publicado su nuevo libro ‘Love Bolivia’. Una obra en la que hace una radiografía del país a través de varias conversaciones y entrevistas. Un 
libro que supone un homenaje del autor al país y sus gentes.
Dragón Digital: ¿De dónde le viene el amor por Bolivia?
César Catalán: A los 20 años comenzó mi afición por los viajes. Después de recorrer diferentes países decidí visitar el continente americano y fue Bolivia mi primer destino. Un país multicolor, la altura del altiplano y la diversidad cultural y tradiciones me hicieron volver un año después. El conocimiento de sus habitantes me dio la oportunidad de tener muy buenos amigos. Con la amistad vino el amor por el país.
DD: ¿Cómo se le ocurrió la idea de hacer un libro sobre Bolivia lleno de conversaciones? ¿Qué le hizo sentir la necesidad de escribirlo?
CC: Fue Sergio Navarro, amigo y editor de Anorak Ediciones, quien me sugirió la idea de escribir sobre el país para resumir 15 años de viajes a Bolivia. En principio pensé en un libro de viajes, pero quise resumir el cambio que el país había sufrido desde la primera visita. Pensé que lo mejor era que los propios bolivianos que habían vivido y conocido de cerca ese cambio fueran quienes nos lo contaran. Para ello entrevisté a un centenar de personas que después se han visto reflejadas en su mayoría en el libro.
DD: ¿Cuál o cuáles de las 64 conversaciones que componen su libro le llamaron más la atención?
CC: Todas tienen su interés. Hay dos grupos de personas entrevistadas, unos con “mayor responsabilidad” por sus trabajos y otro grupo no por ello menos importante de gente que encontramos en la calle. Por la importancia que tienen deberíamos remarcar a Nicolás Castellanos que es Premio Príncipe de Asturias; Roberto Mamani, el pintor boliviano de mayor proyección internacional; o Marcela Inch, directora del Archivo y Biblioteca nacionales de Bolivia. No sabría qué personajes elegir del otro grupo porque siempre te encuentras más cercano sentimentalmente a ellos como Eduardo Vargas, joven minero de Potosí; Remigio Suntura, peluquero de la Paz, o Nora Ramos, que es profesora en la ciudad del Alto. Estoy seguro que todos los personajes transmitirán al lector un sentimiento especial.
DD: En su libro podemos encontrar conversaciones con mineros, cineastas, indigentes… hasta con el director de un club de ajedrez ¿Cómo surgían estas conversaciones? ¿Iba en busca de ellas, o surgían por naturaleza?
CC: Por las mañanas leyendo el periódico tomaba notas de personajes interesantes e intentaba localizarlos. Paseando por la calle veías personajes interesantes y comenzaba una conversación que en muchas ocasiones ha dado fruto. Y unos personajes te recomendaban otros. Ha sido una labor de campo de casi seis meses en el país durante dos viajes, viajes que son mis vacaciones que disfruto allá desde hace años.
DD: ¿Cuál es el objetivo que quiere conseguir con este libro?
CC: Acercar Bolivia a los lectores de una manera próxima, el lector conocerá las palabras e ideas o el vivir diario de estas personas y podrá ver fotografías de los mismos diciendo misa, empujando una vagoneta en la mina, o entre los alumnos del colegio. Me gustaría poder nombrar a todos en la entrevista pero espero que puedan hacerlo leyendo el libro.
DD: ¿Qué sensaciones o reflexiones quiere producir en el lector a través de ‘Love Bolivia’?
CC: En estos momentos de dificultades, de crisis, estaría bien acercarnos a un país que todavía tiene grandes bolsas de pobreza, y una manera de vivir diferente aunque nos une una historia y un idioma comunes.
DD: ¿Tiene algún proyecto para el futuro?
CC: Me encanta la fotografía de viajes y espero un día hacer una exposición o publicar algún libro sobre este tema. Ahora gracias a Internet podría ser un libro digital que acercaría a más personas lo que pudiera hacer. En unos días salgo hacia Guatemala, quizás podría ser una idea hacer algo sobre este país que en un pequeño territorio condensa una belleza única.
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