Los empresas y gabinetes de comunicación buscan grupos de trabajo compuestos por periodistas, publicistas, comunicadores audiovisuales y traductores para llevar a cabo una estrategia comunicativa más eficaz. Todos cumplen con una función indispensable y única.
Por Miguel G. Pobes
Los comunicadores ya no desempeñan las tareas tradicionales que se les asignaba a la hora de trabajar. El modelo en el que el periodista se dedicaba exclusivamente a locutar y el comunicador audiovisual únicamente a trabajar detrás de la cámara ya está obsoleto. Los empresarios han encontrado un canon en el que los profesionales de la comunicación trabajan juntos y unidos por un mismo objetivo. Y muchas empresas han continuado con la idea de mezclar a los comunicadores, a pesar de que cada uno ejecute una tarea relacionada con su especialidad.
Así lo explica Juan José Ariño Lisón, directivo de la editorial TEELL (Todo Está En Los Libros). Según asegura, él ha sido un uno de los pioneros en establecer un grupo de trabajo enfocado a la comunicación integrado por todos los perfiles existentes: periodista, publicista, comunicador audiovisual y traductor. “La idea es que cada uno de los componentes desempeñe una tarea específica de su área, pongan en común los resultados y se puedan complementar a la perfección”, asegura Lisón.
La forma de llevar a cabo esta idea es relativamente sencilla. Dentro del grupo deberían desarrollarse diferentes funciones. A la hora de dar a conocer un libro, el periodista difunde información y realiza entrevistas y reportajes; el publicista se encarga de elaborar productos relacionados como un cartel o la divulgación por redes sociales; el comunicador audiovisual debe realizar material de vídeo para la promoción y el traductor traduce el libro a los países a los que se va a difundir.
Sin embargo, este es solo un ejemplo de cómo los diferentes perfiles deben unirse para llevar a cabo la estrategia comunicativa de cada entidad. Muchas más empresas han considerado que el departamento de comunicación y el de marketing debe estar unificado, y dentro de él pueden trabajar tanto periodistas, publicistas o personal experto en marketing.
La firma deportiva multinacional Adidas es una de esas empresas. Ahora mismo, su gabinete de marketing y comunicación está compuesto por comunicadores de diferentes cualificaciones. En su web www.Careers.adidas-group.com ofrecen prácticas para los estudiantes y empleo para aquellos que han terminado sus estudios.
Allí tienen cabida todos los perfiles comunicativos, pero consideran muy importante tener formación en todos los campos. De hecho, según sus representantes, para ellos es fundamental “tener conocimientos de todas las facetas comunicativas” y saber “desenvolverse a la perfección en situaciones de máximo estrés”. Esto se debe a que, en el gabinete de prensa de Adidas, los comunicadores deben ejercer habitualmente “como periodistas, publicistas o expertos en relaciones públicas”.
Sin embargo, hay compañías de ámbito nacional cuya situación es exactamente la misma. La empresa Pikolín, dedicada a los colchones y cuya sede se encuentra en Zaragoza, ha decidido unificar el departamento de marketing y de comunicación. De hecho, en este momento es Ana Robledo Pascua la encargada de dirgirlo. Los comunicadores también pueden labrarse un futuro en esta entidad, y cada cierto tiempo se ofertan becas u ofertas de empleo dirigidas a los comunicadores. Como sucedía en Adidas, se valora muy positivamente el conocimiento y el saber manejarse en todas las facetas de la comunicación.
La formación, un aspecto fundamental
Al valorarse sobremanera el conocimiento de cada campo comunicativo, los aspirantes a las plazas de trabajo deben estar formados lo mejor posible. Los diferentes centros y las universidades tienen la obligación de garantizar una enseñanza acorde a los perfiles que demanda el mercado. En este sentido, poseer un título universitario es indispensable, pero el máster puede marcar una diferencia a la hora de optar a un puesto laboral. Por ello, cada vez más a menudo surgen nuevos post grados con la finalidad de ofrecer un aprendizaje óptimo a la hora de buscar un empleo.
Desde el grupo San Valero, ofrecen diferentes títulos para quienes han finalizado la carrera y desean especializarse en algún campo concreto. Destaca el máster de periodismo deportivo, el de comunicación agroalimentaria o el de comunicación corporativa y marketing. Virginia Coscollar, asesora de información universitaria, ha remarcado las ventajas de estudiar un post grado y continuar formándose aun habiendo finalizado la carrera. “Muchos estudiantes, al final de la licenciatura, todavía se encuentran algo perdidos, sin saber a qué quieren dedicar su vida laboral”, ha señalado. Por ello, Coscollar ha manifestado que es fundamental “adquirir formación o experiencia para poder diferenciarse en la búsqueda de empleo”. Por otro lado, desde el grupo también proponen que los diferentes profesionales de la comunicación adquieran competencias que les permitan trabajar juntos.
En definitiva, los profesionales de cada ámbito comunicativo van a tener que continuar conociendo y trabajando todas las facetas relacionadas con la comunicación. El periodista tendrá que manejar la publicidad y el entorno audiovisual, igual que a estos se les solicitará tener algo de dominio periodístico. Los trabajos comunicativos cada vez exigen unas características más globales y adaptarse a las exigencias del mercado es fundamental a la hora de lograr un puesto de trabajo.
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