La facturación de Comercio Justo registrada en España en 2013 fue de 31,1 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 10% respecto al año anterior. Este es el principal dato del informe “El Comercio Justo en España 2013. Diagnósticos y alternativas en clave europea”.
El 70% de las compras se produjo en establecimientos de hostelería y grandes superficies. Por el contrario, las tiendas de Comercio Justo ven descender sus ventas, que suponen el 20% del total.
El Comercio Justo es un movimiento que busca cambiar las formas de producir, comercializar y consumir para que el mundo sea un lugar más humano y más sostenible. El respeto del medio ambiente también es uno de los elementos con los que cuenta el comercio justo. En cuanto al eje económico social, se fomenta la creación de oportunidades para los productores más desfavorecidos, el pago de un precio justo, asegurar las buenas condiciones de trabajo y facilitar el desarrollo de capacidades.
Brid Bowen realiza un análisis de todos los aspectos que abarca el Comercio Justo en el Anuario de Comercio Justo 1998-2000. Para Bowen un precio justo es el resultado de una negociación entre los actores de este comercio y el precio debe cubrir todos los gastos sociales, de producción y medioambientales. Por ello, tiene que ser lo suficientemente alto para que proporcione una vida digna a los productores. “Las importadoras se rigen por los principios de Comercio Justo que luchan por introducir elementos éticos dentro del comercio. Buscan el contacto directo con los productores, eliminando intermediarios”, aclara Bowen. De esta forma se permite al productor invertir en el desarrollo de la comunidad y favorecer las relaciones a largo plazo con los productores.
El comercio justo ha conseguido vencer la crisis, ya que las ventas y la facturación han crecido en los últimos años gracias a una transformación del sector. Según el informe El Comercio Justo en España 2013. Diagnósticos y alternativas en clave europea, durante el 2013, la facturación de productos de Comercio Justo ha sido de 31, 1 millones de euros, con un porcentaje de compras del 70% en grandes superficies y mercados.
Las ventas de este tipo de productos se han ido multiplicando, alcanzando un ritmo medio de crecimiento anual del 11,4 % desde el año 2000. Este crecimiento ha resistido hasta los peores años de la recesión económica. En cambio, las tiendas de Comercio Justo han notado un descenso de sus ventas, lo que supone el 20% del total.
Los cambios en este sector comenzaron en 2008, coincidiendo con la crisis pero no se deben solo a ella. “El aumento del Comercio Justo no se produce porque quien ya lo consumía lo compra más ahora, por un aumento del gasto por consumidor, sino porque ha crecido la base de consumidores», comenta el responsable de estudios de la Coordinadora, Gonzalo Donaire.
Este crecimiento positivo en el número de consumidores de Comercio Justo se debe a la entrada de sus productos a grandes canales de ventas mayoritarias y convencionales como son los supermercados. Esto ha hecho que el Comercio Justo se pueda conocer a nivel más extenso y puedan estar más a mano para todo tipo de clientes.
La entrada en superficies tan grandes se debe al aumento de las certificaciones con sellos que garantizan que el producto es de Comercio Justo. Cuando la gente acude a las tiendas especializadas, se confía en las productoras y organizaciones. En cambio, cuando se entra en canales mayoritarios se puede romper esa confianza y por ello, los sellos son necesarios.
Desde 2008, estas certificaciones comienzan a ser utilizadas por todo tipo de compañías convencionales, desde grandes cadenas de restauración hasta supermercados y canales de distribución masivos.
«Son estas las que están detrás del incremento reciente de las ventas de productos certificados y, en general, de las ventas de Comercio Justo en el estado español en los últimos años», según explica el informe El Comercio Justo en España 2013. Diagnósticos y alternativas en clave europea. El 74% de las ventas que se han producido durante 2012 estaban respaldadas por el sello Fairtrade.
Los productos existentes en este tipo de establecimientos de mayor superficie se deben a las importadoras. En España desempeñan este papel tres grandes organizaciones como son Oxfam Intermón, Alternativa 3 e IDEAS. Aunque también hay otras más pequeñas como Copace, Equimercado, Solidaridad Internacional…
La otra cara de esta realidad es que las ventas de las pequeñas tiendas de Comercio Justo han caído. “Este año el Comercio Justo se está manteniendo pero claro hay meses en que suben las ventas y otros en que bajan. En el comercio justo aún no se ha visto que haya acabado la crisis”, afirma Paquita la Peña, coordinadora de las tiendas de Comercio justo de Oxfam Intermón en España.
Teniendo en cuenta la media europea y el gasto de muchos países en este tipo de comercio el gasto medio por consumidor en España es muy bajo. En cambio en otros países, como por ejemplo en Reino Unido, uno de cada dos azucarillos que se consumen en cafeterías o en cualquier bar es de Comercio Justo.
Pero aun con el descenso que se ha experimentado las organizaciones son optimistas, puesto que el incremento de las ventas muestra una tendencia fuerte que se puede consolidar. “Gracias al Comercio Justo se recibe financiación para proyectos que pueda necesitar la comunidad como son escuelas o proyectos de ayuda”, afirma Nora Mayorga, responsable de la tienda de Comercio Justo de Cáritas en Teruel.
Los productos de Comercio Justo que más se venden son los de alimentación, los cuales suponen el 90% de las ventas de comercio justo. El café supone entre el 40- 43% de todas las ventas totales. En cambio, los productos artesanales caen.
Con lo cual, la venta de Comercio Justo está a la orden del día, ahora se puede encontrar en cualquier establecimiento, desde las tiendas especializadas en nuestras ciudades de España hasta grandes supermercados. Aun así, en España contamos con alrededor de 110 tiendas especializadas, veinte menos que hace tres años, según afirma la coordinadora de Comercio Justo.
Beatriz Jiménez
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