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El periodismo de viajes en la era de los influencers

Juan Pablo Meneses defiende que todos los periodistas deberían ser periodistas viajeros, moverse a donde se encuentre la información. Fotografía: Congreso de Huesca

En la sociedad moderna en la que las nuevas tecnologías tienen un hueco muy importante, el papel del periodista se está viendo relegado a un segundo plano por la llegada de instagramers, bloggers y youtubers. El intrusismo laboral es una realidad, sobre todo en el trabajo los periodistas viajeros, quienes ven que su función informativa se reduce por el hecho de que ahora todos pueden viajar y dar su opinión en Internet.

Blanca García Pulla

Hoy en día se ha introducido con mucha fuerza un nuevo término entre la población. Los influencers, como su nombre indica, son aquellas personas que tienen influencia sobre los demás y que la utilizan para promocionar productos. Esta autoridad suele estar ligada a una gran presencia en redes sociales y sus consiguientes miles de seguidores. Se pueden encontrar varios tipos de influencers, por ejemplo, de moda o de belleza.

Junto a todo este movimiento nacieron los conocidos como Travel Bloggers, personas que se dedican a contar sus vivencias en otros países o ciudades, y a recomendar  diferentes alojamientos o experiencias. Serán estos los que competirán con los periodistas de viajes. “Este fenómeno se ve mucho en Instagram, cuentas que tienen millones de seguidores y que reciben invitaciones de hoteles, pero donde no hay ahí un periodismo de viaje”, dice Juan
Pablo Meneses, periodista chileno y fundador de la Escuela de Periodismo Portátil.

El trabajo de un periodista viajero se puede confundir fácilmente con el de un bloggero ya que ambos utilizan la misma plataforma o soporte: una página de Internet. La diferencia es que el  profesional de la comunicación ha estudiado y se ha especializado en ese ámbito, como lo podría haber hecho en política o deportes. Mientras que el blogger simplemente se ha hecho usuario de WordPress y ha empezado a contar lo que ha vivido y visto por ocio, y puede que con el fin de que le inviten a viajes.

El papel del periodismo de viajes sigue siendo el mismo que el de cualquier otro tipo de periodismo: informar. El influencer solo va a dar su opinión, la cual puede que luego no comparta el lector, y en muchos casos suele estar comprada por un determinado sitio, un alojamiento o una experiencia. Hoy en día, empresas que quieren llevar a cabo acciones de marketing y comunicación contactan con ellos para llevar a cabo una colaboración. De este modo las críticas que harán serán siempre positivas, o al menos no tan malas como deberían de ser en algunos casos.

 

En cambio, el periodista se mete en la piel del lector para saber qué es lo que busca, lo que le interesa. Ganan terreno gracias al factor objetivo y de credibilidad, que en muchos casos han perdido los instagramers. “El mundo es finito y está a un clic en Google Earth, pero el ser humano es capaz de reinventar sus espacios y sus placeres prácticamente cada año para combatir la lluvia de estímulos unidireccionales de la pantalla de un iPad”, dice Javier Zori del Amo, redactor de la revista Traveler. “Y ahí tiene que estar el periodista para contarlo, para desgranarlo y filtrarlo”.

El trabajo del periodista de viajes es encontrar nuevos lugares o darle el valor real a aquellos que se encuentran infravalorados. Lugares olvidados por los mapas turísticos y los rankings de los mejores sitios que visitar. Encontrar aquellos sitios con una gran historia pero que puede que no sean muy instagrameables, donde no se encuentre la foto perfecta para presumir. Su deber “es coger los ingredientes de la realidad vivida y darles forma de manera de que no todo sea la enésima descripción de la Torre Eiffel”, explica Javier Zori. Por ello va a tener que saber utilizar un balance entre la literatura y los datos exactos.

Al final los viajes son solo anécdotas, lo importante es el contenido que cuentes gracias a
ellos”, dice Juan Pablo Meneses. En una época en la que el lema es salir de la zona de confort, mucha gente, sobre todo los más jóvenes, se aventuran a salir de las fronteras de su ciudad para conocer lugares nuevos. Este hecho se ve ayudado porque las ofertas de viajes son cada vez más numerosas y a destinos más lejanos. Pero a veces el nivel de ingresos no permite que estos sueños se cumplan. Para eso está el periodismo de viajes, para transmitir la sensación y vivirla sin moverte del sofá. Plasmar en un texto las sensaciones recibidas en un viaje, sin olvidar el rigor periodístico.

“La denominación periodista de viajes es una redundancia. Todo el periodismo tiene que ser de viajes”

Juan Pablo Meneses

Aunque al final, de acuerdo con las palabras de Juan Pablo Meneses, hay que tener en cuenta que la denominación periodista de viajes “es una redundancia. Todo el periodismo tiene que ser de viajes”. El periodista debe moverse e ir a donde se encuentra la noticia, viajar, buscar historias distintas que sirvan para hablar de los temas de siempre”, concluye Meneses. Pero siempre con la finalidad de informar, lo cual lo diferenciará del trabajo de los influencers.

 

Acerca del autor

Ana Aguirre

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