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La larga carrera por la excelencia

En todos los ámbitos existen formas de demostrar la valía de uno: en los deportes se consigue con trofeos, en el trabajo con ascensos y en las universidades con certificaciones, como las dos últimas  ISO (certificaciones de la Organización Internacional para la Estandarización) que consiguió en diciembre la universidad San Jorge por su sistema de gestión de calidad y el de gestión medioambiental.

Las normas para conseguir las certificaciones “son muy exigentes”, explica el responsable de la Unidad Técnica de Calidad de la universidad, Andy Tunnicliffe. Debido a esto, añade Tunnicliffe, las universidades que cuentan con estas certificaciones para toda la institución son “muy pocas”.

Las dos certificaciones se suman así a la que dispone la universidad San Jorge desde febrero de 2011, en este caso sobre el sistema de calidad y otorgada por parte del Programa Audit de Aneca (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación).

Las certificaciones “nos ayudan a organizar el trabajo bien” y “gestionar nuestras actividades con los recursos, tanto materiales como humanos, que tenemos disponibles”, señala Tunnicliffe. También añade que esto sirve como “herramienta de marketing” de cara al exterior, para se vea que los procesos de la universidad cuentan “con cierto nivel de calidad asegurada”

En referencia a futuros proyectos, el responsable de la Unidad Técnica de Calidad afirma que cabe la posibilidad de certificar por las normas ISO tanto el Sistema de Gestión de Responsabilidad Social Universitaria como el Sistema de Prevención de Riesgos Laborales que tienen implantados.

Universidad San Jorge