Ander Herrera, centrocampista del Manchester United, nació en Bilbao hace 27 años. Ha sido jugador de fútbol en el Real Zaragoza, en el Athletic de Bilbao y, desde hace tres años, juega en ese equipo inglés. Hace seis meses nació su primera hija. Tal y como él cuenta: «Fue el momento más feliz de mi vida”. Hablamos con el futbolista sobre su infancia, los sueños que le quedan por cumplir y su ansiado debut con la Selección Española de Fútbol, en octubre de 2016.
Por Ana Collado Gracia
¿Cómo recuerda su infancia?
De lo primero que me acuerdo es de mi colegio, Jesús María el Salvador, tengo unos recuerdos buenísimos. Todavía mantengo dos de mis mejores amigos de primero de infantil, con tres años. Todos los recuerdos de esa época son muy buenos.
¿Por qué decidió empezar a estudiar periodismo?
No sabía muy bien qué estudiar. Yo siempre había sido un alumno correcto, de pasar cada año sin brillantez, y, como creo que se me da bien explicarme, contar lo que veo, enfoqué un poco mi futuro en el periodismo. En un principio enfocado al periodismo deportivo. Por aquel entonces jugaba como juvenil, pero sí te digo la verdad si hubiera seguido en periodismo creo que no hubiera seguido por ahí. Me gusta mucho más el periodismo de investigación.
¿No tenía claro dedicarse solo al fútbol?
Al final tú eres juvenil, tienes 17 años y hay una gran cantidad de niños y gente que quiere dedicarse al fútbol. De todos esos que creemos en un principio, al final llegamos uno de cada tantos mil. Entonces a mí siempre se me ha inculcado que el fútbol ojalá pasara, que al final ha pasado, pero que tenía que tener una formación y dedicarme a algo.
Sus sueños: «Poder jugar un mundial con la Selección Española, ganar una liga con el Manchester United, volver al Zaragoza, porque soy muy del Zaragoza y me siento muy zaragocista».
¿Por qué dejó la carrera?
A los tres o cuatro meses de empezar firmo un contrato y empiezo a ganar dinero del fútbol. Comienza a ser algo que requiere entrenar por las mañanas, viajo los fines de semana. Me doy cuenta de que es incompatible. Por lo menos con la universidad en la que yo estaba, la Universidad San Jorge. Además, yo tenía dudas: no es que periodismo fuera una vocación, por tanto decidí jugármela a una carta.
¿Su familia le apoyó?
A mí lo que más me dolía era la inversión que habían hecho mis padres en la Universidad San Jorge. Cuando vi que ganaba dinero para devolvérselo dije que no iba a seguir haciendo algo que no estaba convencido, y que yo me la quería jugar al fútbol y me exigía una profesionalidad que yo no podía compatibilizar con la carrera. Siempre me han apoyado en el fútbol porque ellos saben que es mi sueño desde pequeño y que yo me desvivo por el fútbol. Me desvivía y estaba muy cerca de cumplir ese sueño. Además, era mayor de edad podía tener mi independencia aunque seguía viviendo con ellos.
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¿ Es fácil saber vivir ganando tanto dinero?
No. No es fácil. Por eso hay tantos casos de futbolistas que se acaban arruinando o que lo acaban pasando mal. Yo tengo la suerte de venir de una familia que nunca me ha faltado de nada. Quizá mi salto a ganar dinero no fue tan grande como el que quizá puede ser de una persona que se cría en un entorno familiar muy humilde y que, de repente, se pone a ganar mucho dinero. No es fácil administrarlo porque, de repente, todo lo que tú no podías ahora puedes y es una locura. Si no tienes gente alrededor y un entorno que te ayuda, es fácil tener otras distracciones. Por suerte, mi entorno y mi familia siempre me mantuvieron con los pies en el suelo. El hecho de que mi padre hubiera jugado al fútbol también me ayudó a estar un poco en preaviso a todas esas posibles distracciones.
¿Es fácil o difícil que la gente sepa quién es y le reconozca por la calle?
Yo no tengo ningún problema. En Manchester, y tanto en Zaragoza como en Bilbao la gente siempre ha sido muy respetuosa. Las experiencias que yo siempre he tenido han sido muy positivas. La gente aquí en Manchester o Inglaterra, en general, es súper educada, respeta tu entorno, respeta tu intimidad. Yo estoy agradecido de que la gente me muestre su cariño y que ,muchas veces, por la calle me paren para darme ánimos, para felicitarme o para pedirme una foto.
«He tenido muchos momentos felices, pero, por encima de todos, por supuesto en mi vida me quedo con el nacimiento de mi hija».
Ha jugado en tres equipos. ¿Qué entrenador le ha aportado más personalmente? Sería injusto decir uno porque todos me han aportado y a todos tengo cosas que agradecerle. Desde el entrenador que me hizo debutar en Zaragoza que fue Marcelino, hasta ahora que estoy trabajando con José Mourinho y estoy encantado de hacerlo. Estoy mejorando mucho. También Marcelo Bielsa a quien tuve en el Athletic, Ernesto Valverde que, como persona, es una de las mejores que me he encontrado en el fútbol. Javier Garcés, Rafa Latapia, a quien lo tuve en categorías inferiores del real Zaragoza.
¿Sigue teniendo los mismos amigos?
Los mismos. Algunos desde prescolar, otros desde primaria y otros desde la ESO. Incluso amigos del primer equipo que yo tuve en el Zaragoza, con 11 años. Seguimos quedando todos los veranos para hacer una barbacoa y vernos todos. Me parece fundamental. Amigos que son para toda la vida.
¿Cuál ha sido el momento más feliz de su vida?
Ahora que ha nacido mi hija, sin duda. En el aspecto profesional el momento en el que me di cuenta que firmaba mi primer contrato profesional, que ya tenia una independencia total y que veía que podía llevar una vida buena en los próximos diez o quince años. El paso al Athletic, que fue un salto en mi carrera porque yo también mejoraba en el aspecto deportivo, en el económico e iba a la ciudad de donde es toda mi familia. También cuando fiché por el Manchester United, el debut con la selección española. He tenido muchos momentos felices, pero, por encima de todos, por supuesto en mi vida me quedo con el nacimiento de mi hija.
¿ Y el momento más duro?
Cuando perdí una final de la Europa League con el Athletic de Bilbao, contra el Atlético de Madrid. Era un titulo europeo y el Athletic llevaba 30 años sin ganar una final. Teníamos muchas esperanzas puestas y la perdimos. Por supuesto, la carrera de futbolista no es un camino de rosas, tienes momentos difíciles, pierdes partidos, tienes malas rachas… Momentos malos hay muchos.
¿ Y en el ámbito personal?
Me considero un afortunado y no podría decir que he tenido momentos personales durísimos. Por supuesto, todos tenemos días buenos, días malos, pero yo uno mucho lo deportivo con lo personal. Por tanto, cuando las cosas me han ido mal en lo deportivo quizás también han sido los peores momentos personales sin olvidar, por supuesto, el fallecimiento de mi abuela.
«El momento más duro fue cuando perdí una final de la Europa League con el Athletic de Bilbao, contra el Atlético de Madrid»
En octubre fue convocado por la Selección Española. ¿Cómo lo vivió? Era algo que llevaba esperando y luchando durante mucho tiempo. Yo había jugado en las categorías inferiores de la Selección Española, había sido campeón de Europa con la Selección sub 21 y ese salto a la absoluta tardó más de lo que yo en un principio esperaba. Además de muchísima alegría la noticia me causó un poco también alivio porque llevaba mucho tiempo a punto. El año pasado del Bosque me llamó pero justo me rompí la costilla. Habían sido momentos de mala suerte que no me habían permitido debutar con la Selección Española. Por supuesto, para un futbolista, representar a tu país es lo más grande que te puede pasar.
¿Qué sueños le quedan por cumplir?
Me quedan muchos. A nivel deportivo por ejemplo: poder jugar un mundial con la Selección Española, ganar una liga con el Manchester United, volver al Zaragoza porque soy muy del Zaragoza y me siento muy zaragocista. Me gustaría volver algún día, poder renovar y seguir mas tiempo aquí porque al fin y al cabo, eso sería una buena noticia de cómo estoy haciendo las cosas. A nivel personal, quiero poder viajar y conocer un montón de países. Me encanta viajar, conocer mundo, poder disfrutar de mis amigos durante mucho tiempo, de mi familia. Tampoco tengo sueños inalcanzables.
¿Cómo se ve dentro de 10 años?
En Zaragoza, que es mi ciudad, donde yo mejor me siento y de donde toda mi gente es, donde he hecho mis grandes amistades, rodeado de los míos. Mi hija ya será más mayor e irá al colegio. Me veo siendo un deportista aunque retirado, pero manteniéndome en forma, jugando a fútbol que es lo que más feliz me hace, aunque no sea al máximo nivel, con amigos o de otra forma, viajando mucho, disfrutando de mi familia, con mis amigos. Creo que lo que todo el mundo sueña: tener salud y poder disfrutar de su gente.
¿Cuál es su mayor virtud?
La perseverancia ya que persigo lo que quiero. Yo porque un día esté mal o porque las cosas no salgan bien en un día, una semana , tres.. no me caigo y sigo. Soy muy pesado y creo que tengo capacidad para conseguir las cosas y que, tarde o temprano, las voy a conseguir. Al final, llegamos los que insistimos, los que creemos, perseverancia, insistencia. Creo que soy un buen profesional, que intento siempre comportarme como tal, que me cuido en mi vida personal, y respeto el club que me está pagando. Creo que esa es una de mis mayores virtudes.
¿ Y su mayor defecto?
En ocasiones demasiado impulsivo. Es cierto que no pienso las cosas dos veces y me ha costado alguna expulsión en el fútbol. En ciertos momentos, tengo un carácter fuerte e incluso en mi vida personal, como una mala contestación a mi novia o a mi madre porque soy impulsivo y me cuesta contar hasta diez y recapacitar las cosas.
¿Echa mucho de menos a su familia y amigos? Echo muchísimo de menos a mi gente, muchísimo, más de lo que te puedes imaginar. Pero sé por qué estoy aquí y sé lo difícil que es estar aquí, llegar a un club como el Manchester United. Yo soy mucho de mi gente, necesito cada mes y medio dos meses ir aunque sea un par de días a verles, recargar las pilas y volver para aquí , lo necesito. Es algo que el cuerpo me lo pide.
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