Entrevistas

Lourdes Maldonado, presentadora de informativos de Antena 3: “No cambiaría la televisión por nada del mundo”

Marta Rived.- ¿Cómo fueron tus comienzos en este mundo del periodismo?

Lourdes Maldonado.-  Llevo catorce años en esto de la televisión, empecé en la tele local de mi pueblo con muy poquitos medios, una tele de juguete. Yo acababa de terminar la carrera y quería comerme el mundo, no tenía miedo a nada y me gustaba más la radio pero al final me tiré a la piscina. Trabajé allí tres años, aprendí mucho, porque las televisiones pequeñas son una escuela inmejorable porque haces de todo pero aprendes más y es maravilloso. Así que la televisión se cruzó en mi destino y ahora no lo cambio por nada, me encanta comunicar, disfruto con mi trabajo y los comienzos fueron duros pero ni en mis mejores sueños pensaba que iba a llegar hasta aquí.

M.R.- Se puede decir que tu carrera te ha traído grandes alegrías, ¿Qué pensaste cuando recibiste la llamada para trabajar en Antena 3?

L.M.-Sentí un vértigo increíble y me temblaban las piernas. Mi objetivo nunca había sido este, no me imaginaba llegando aquí y presentando un informativo. Lo bueno es que fue todo poco a poco. Empecé en la regional cubriendo un partido político, saliendo mucho en pantalla y al final te conviertes en un escaparate, entonces llegue aquí, me hicieron las pruebas y hubo suerte. Imagínate lo que fue llegar y sentarme en la misma silla que Matías Prats, así que pienso que tengo mucha suerte de trabajar en lo que me gusta, y de que me hayan dado esta oportunidad.

M.R.- Cuando se presenta un informativo, ¿se sigue siendo periodista o se acomete más el papel de actor?

L.M.-Para contar las noticias a veces hay que teatralizar un poco, tienes que meterte en el contexto. Si es una noticia seria tienes que poner tu “ritus serious” y si es una noticia alegre, tienes que sonreír. Es decir, hay que creerse la noticia para hacerla creíble. Hay que tener unas dotes, no de actor, sino de saber interpretar la noticia, porque si cuentas las cosas de una forma sosa y uniforme no llegas al espectador que está en su casa.

M.R.- Es evidente que te gusta la televisión, pero ¿Y si mañana recibes una llamada para ofrecerte un puesto en un diario de papel?

L.M.- La tele es mi vida, me encanta comunicar, me encanta la inmediatez, pero yo tengo un ADN “muy papelero” a pesar de los tablets y los medios digitales me sigue encantando la prensa de papel, de hecho mi marido trabaja en ella desde hace veinte años. Disfruto tocando, leyendo, tengo mis recortes, subrayo datos de los periódicos. Pero aún así no cambio la tele por nada.

M.R.- Si hay un pero en la profesión del periodista puede ser el horario, el tuyo es especialmente diferente al del resto de la gente, ¿cómo llevas trabajar mientras el resto descansa?

L.M.-Este turno es vivir al revés del mundo, eso tiene ventajas pero también inconvenientes. En una ciudad como Madrid, de lunes a jueves hago cosas sin tenerme que dar codazos con la multitud. La desventaja es que la vida social se hace el fin de semana, entonces tu vida social pierde un poco. En ese sentido, te pierdes el ocio familiar y de los amigos pero por lo demás estoy muy cómoda.

M.R.- ¿Cómo se desarrolla el fin de semana en la redacción?

L.M.- Los viernes hacemos la reunión temprano y vamos viendo por dónde van los temas, luego solemos actualizar un blog que tenemos en la página de Antena3. El sábado y el domingo son muy intensos, primero se ve el contenido, los periódicos, las imágenes que han llegado por agencia, y luego, sesión de maquillaje y peluquería. Es un trabajo en equipo y contrarreloj.

M.R.- Naciste en Irún, estudiaste en Pamplona y posteriormente en Burdeos, trabajas en Madrid y vives en Granada. Se puede decir que eres una periodista de mundo, ¿dónde has pasado tus mejores años?

L.M.-En mi etapa de Antena3 País Vasco me curtí mucho profesionalmente y personalmente porque eran los años duros de la banda terrorista ETA, hubo que cubrir muchos atentados, yo estaba ‘tierna’, recién salida de la facultad y eso me curtió.

M.R.- ¿Cómo viviste aquella retransmisión casi en directo de la caída del Windsor?

L.M.- Es de los días de los que peor recuerdo tengo porque me sacaron de la cama literalmente, llegué a la redacción y pensaba que iba estar más cubierta de todo y al final no había información, solo una imagen de un edificio en llamas. Fue difícil pero esto es como los pilotos, aprendes más de los malos vueltos, así que de esa retransmisión aprendí mucho.

M.R.- ¿Has pasado alguna vez vergüenza delante de las cámaras?

L.M.-Vergüenza delante de una cámara bastante poca, pero me han pasado bastantes cosas, desde contracciones en mis embarazos hasta ataques de tos, pero afortunadamente nunca me han dado ataques de risa ni hipo.

M.R.- ¿Has tenido algún momento Matías Prats como el de “PERO ESTO QUÉ ES”?

L.M.-Que se me haya oído en pantalla no, pero evidentemente hay fallos y sobre todo al principio se notan movimientos bruscos de manos cuando falta información… pero hay que mantener la calma porque el espectador que está en su casa no tiene por qué percibir que estás nervioso o que hay una situación de caos en la redacción.

M.R.- El fin de la violencia de ETA era la noticia que te hubiera gustado dar, el momento llegó ¿Qué sentiste aquel día de octubre?

L.M.- Fue un día bonito, memorable aunque tampoco hay que olvidar que falta el paso definitivo, que entreguen las armas y que no haya rastro de ningún tipo de violencia ni de extorsión en el País Vasco. Aún estamos a medio camino de que hagan este gesto, que es lo que espera la sociedad vasca y la sociedad española en general de la banda terrorista ETA que nos ha hecho sufrir mucho.

Escrita por: Marta Rived, alumna de 1º de Periodismo de la Universidad San Jorge

Imagen promocional obtenida de http://www.antena3.com/

Universidad San Jorge