Este fin de semana pasado hemos podido ver alrededor de tres mil voluntarios repartidos en los distintos centros comerciales que existen en nuestra provincia. Y es que el único banco sin intereses, el Banco de Alimentos de Zaragoza, ha liderado la campaña llamada la “gran recogida”, en la que se pretende recaudar comida para los más necesitados. Sin embargo, ¿cómo es la labor de esta entidad a lo largo de todo el año?
Por Miguel G.Pobes
José Ignacio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos, lo define como “una ONG en la que nos dedicamos a captar alimentos de empresas y particulares para redistribuirlos a otras asociaciones”. Lo más impactante de todo esto es que está compuesto exclusivamente por voluntarios, siendo la mayoría de ellos jubilados.
Este año, las expectativas son muy altas. Más que las del año pasado. Se esperan conseguir alrededor de 500 toneladas de comida, sin embargo, Alfaro se muestra muy optimista ante el reto. “Queremos superar las cantidades recogidas en 2015 y confío en que lo conseguiremos”. Para conseguirlo, es imprescindible la labor de los voluntarios. Para acercarnos más a ellos, hemos hablado con Paula, partícipe de distintos voluntariados, entre ellos, el de la gran recogida. Nos ha explicado que “es un lujo ver que puedes serle útil a otras personas y dibujar una sonrisa en su cara”. Y es que hacer feliz a alguien no tiene precio.
Pasada esta campaña, el nivel de colaboración con la entidad es menor. El presidente cree que el nivel de colaboración durante todo el año es alto, pero para la organización de la comida en la gran recogida necesitan voluntarios, y es que esta fase requiere un esfuerzo físico que a las personas más mayores les resulta complicado de realizar.
Cuando la gran campaña ha pasado ya por todas sus fases, la normalidad vuelve a Mercazaragoza, donde se encuentra la sede de este organismo. “Empezamos a trabajar a las 9 de la mañana. El compromiso exigido es de dos días a la semana”, explica José Ignacio Alfaro. Y es que aquí hay actividad prácticamente todos los días del año.
Son muchos los centros que tienen que recurrir al banco de alimentos para dar subsistencia a las personas necesitadas. Se calcula que alrededor de 260 son los que reciben provisiones por parte del banco de alimentos. Esto, yendo a las cifras de carácter más humano, consistiría en ayudar a unas 35.000 personas.
El trabajo que tiene lugar en la sede del organismo es muy amplio y realizan distintas tareas. Estas tareas van desde recibir a las asociaciones que necesitan de esta entidad para dar de comer a los necesitados, hasta que un grupo de voluntarios vayan a recoger los alimentos que los minoristas no van a vender para que no vayan a la basura. Esta es considerada la tarea más dura, y es que se comienza a trabajar a las seis y media de la mañana.
José Ignacio Alfaro hace un llamamiento a la colaboración. “Tenemos muy pocas ayudas oficiales. Este año la única subvención que hemos tenido han sido 10.000 euros del Ayuntamiento. Con eso da para un mes.” Y es que, además de esta subvención, su trabajo consiste en conseguir el resto de dinero para subsistir mes a mes.
Aunque la situación ahora sea más estable, siempre es necesaria la presencia de voluntarios nuevos, y es que ese hecho da frescura a la asociación. En la página web del banco de alimentos usted puede inscribirse e invertir su valioso tiempo en la cuenta corriente de la solidaridad.
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