Esta semana se estrena en cartelera ‘Gangster Squad’, la nueva película de cine negro protagonizada por actores de la talla de Sean Penn, Josh Brolin o Ryan Gosling. Un estreno que promete acción, buenas actuaciones y (esperemos) el característico ritmo que su director, Ruben Fleischer, supo imprimir a su primer largometraje: ‘Bienvenidos a Zombieland’ (Zombieland, 2009).
El argumento es simple: la lucha por la supervivencia en medio de un Apocalipsis zombi. Entre los pocos supervivientes encontramos a Columbus (un estupendo Jessie Eisenberg), el típico ‘pringadillo’ aficionado al World of Warcraft que, en busca de su familia se encuentra con Tallahassee (Woody Harrelson), un hombre cuyos dos únicos objetivos son cazar zombies y atiborrarse a base de twinkies (un dulce americano, para los menos puestos en temas de bollería). En su camino se toparán, además, con unas astutas hermanas: Wichita (Emma Stone), el claro interés amoroso de Columbus, y Little Rock (Abigail Breslin). La película sigue a los cuatro protagonistas con una única pregunta: ¿sabrán confiar los unos en los otros y sobrevivir a la invasión zombi?
Poco importa que ‘Bienvenidos a Zombieland’ trate uno de los temas más trillados del mundo del cine y los videojuegos: lo importante es cómo lo hace. El efectivo guión de Paul Wernick y Rhett Reese nos introduce en la película explicándonos, a través de la voz en off de Jesse Eisenberg, las principales reglas para sobrevivir ante el ataque de los muertos vivientes. Eso y el uso de unos fantásticos créditos iniciales al ritmo de Metallica bastan para meternos de lleno en la historia. Sin embargo, no es hasta la aparición del gran Woody Harrelson con Tallahassee y su incesante búsqueda del twinkie cuando realmente empieza la diversión. Él es la piedra angular de la película, acompañado por un sólido reparto: el divertido Jesse Eisenberg, la joven pero ya gran actriz Abigail Breslin y Emma Stone, que en esta película ya apuntaba maneras.
Y aquí llega el gran ‘pero’. A pesar del dinamismo y el estilo que Ruben Fleischer sabe dar a la película, no es oro todo lo que parece. ‘Bienvenidos a Zombieland’ cae, aunque, por suerte, no demasiado, en el error de convertirse en una sucesión de gags humorísticos con un argumento no demasiado consistente; una sucesión que, además, pierde fuelle hacia la mitad de la película. Afortunadamente, la cinta vuelve a recuperarse con un digno final y un momentazo protagonizado otra vez por Harrelson. ¿Abusa del slapstick? Puede, pero una se olvida de eso en cuanto Tallahasse empieza a arrear tortazos con la puerta del coche.
‘Bienvenidos a Zombieland’ recaudó unos 102 millones de dólares en todo el mundo y aún así, no parece que vaya a existir una secuela. No sabemos si Hollywood, en su enfermiza obsesión por crear sagas y producir remakes, volverá a retomar el proyecto. Mientras tanto, muchos la esperaremos con los brazos abiertos y un bol de palomitas por una sencilla razón: la cinta original ha sabido ofrecernos una muy disfrutable película con ritmo, humor, buenos actores, zombis y un cameo del gran Bill Murray, ¿se necesita algo más? Personalmente, no.
Paola Casetta
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