Falo García Álvarez, de la Fundación para la Atención Integral del Menor, educa a los jóvenes para evitar la pornografía, un mal cada vez más presente. La actualidad indica que, antes (desde los 8 años, según varios estudios recientes), las nuevas generaciones curiosean y conocen, de la peor manera, todo este contenido que se presenta en Internet con unas redes de seguridad cibernética que dejan bastante que desear en la sociedad.
¿Existe un perfil de adolescentes que consuman pornografía?
Las casuísticas y perfiles son diferentes. El consumo de pornografía puede ser muy volátil. Hace unos años, se realizó un estudio a nivel nacional que tuvo mucha repercusión, en el cual se comentaba que un chaval de 8 años buscaba el término «culo» y encontraba directamente pornografía.
¿Cuál es la causa de que este acceso sea tan precoz?
El mundo digital ha acelerado mucho las cosas. Antes, se consideraba a alguien adolescente a partir de los 14 años. Ahora, abordamos temas de adolescencia y problemáticas asociadas desde los 10 años. De hecho, la sociología y la antropología han relacionado los hechos vinculados con la adolescencia en los últimos 10 años. A esa edad, todavía son niños.
¿Se le podría pedir un poco más de responsabilidad a los padres?
Una parte educativa siempre va asociada a los padres. Aprender a manejar los dispositivos móviles implica confiar en los hijos, no se trata solo de perseguirlos. Conozco muchos casos de familias que cuentan con bloqueadores de seguridad para sus hijos. Sin embargo, incluso así, el niño logra descargar una aplicación para acceder directamente al contenido pornográfico más explícito. La familia no está preparada. Existe una parte educativa que se aborda en las escuelas y otra desde el enfoque de las herramientas digitales.
¿Reciben los niños un móvil demasiado temprano?
No es necesariamente eso. Cuando son muy pequeños, reciben un móvil heredado que, además, ya está configurado por un adulto. Por ejemplo, hubo un caso de un niño que fue expulsado de su colegio por compartir fotografías de consoladores. Al hablar con el niño, le pregunté: ‘Pero ¿quién te incita a buscar esas cosas?’ y me respondió: ‘Era de mamá’. El móvil tenía las búsquedas previas y registradas de una mujer que estaba separada, incluyendo páginas para adultos. En este caso, el niño tenía total accesibilidad a ese tipo de contenido gráfico.
Desde luego, hay prestar más atención.
A veces somos un poco descuidados. Compartir una computadora es diferente porque los navegadores permiten sesiones personalizadas y, en general, son respetables y respetadas. Sin embargo, en tabletas o teléfonos móviles, son dispositivos individuales.
Sobre el consumo de pornografía… ¿Qué consecuencias tiene sobre los jóvenes?
Bueno, cualquier tipo de pornografía… Los padres podemos aprovechar los momentos educativos, aunque sea complicado. Muchas veces dejamos a los niños en la cama mientras estamos viendo una escena erótica en alguna serie. Tenemos que superar los miedos y hablar sobre el sexo. De lo contrario, los niños se verán influenciados por lo que ven, ya que la imagen tiene un gran poder.
Y, claro, la influencia es significativa.
Sí, especialmente cuando se trata de lo prohibido, porque llama la atención. En la actualidad, no se trata solo de la pornografía. Pongo el ejemplo del tabaco. Ahora puedes comprar vaporizadores en internet sin ningún filtro de control de edad, con o sin nicotina, lo que desees. Es accesible. Volviendo al tema de la pornografía, debemos procurar canales de seguridad para acceder a las páginas porno…
Por otro lado, Save the Children señala que debemos educar en lugar de prohibir.
Parece que la educación es el camino más difícil. Prohibir es fácil, porque simplemente lo digo y listo, mi conciencia queda tranquila. Como padre, mi deber es decir que eso no está bien. Y eso es todo. Por otro lado, educar es difícil. Requiere un trabajo, no es algo inmediato. Implica hacer preguntas a tus hijos. Si un niño ve una película pornográfica y no sabes cómo responder, sientes que has fallado como padre. Muchos padres se sienten así. Hago lo que considero correcto como padre.
Existen herramientas tecnológicas sobre las cuales soy un tanto crítico. Si tenemos la tecnología de reconocimiento facial para desbloquear los móviles, deberíamos asociar esa tecnología con datos que confirmen que la persona tiene 18 años y así prohibir el acceso. Se podría hacer, pero habría que contar con personas dispuestas a abrir ese nicho de mercado. Esto sería muy complicado.
¿Es posible establecer límites en Internet?
Estamos tratando de establecer límites en la inteligencia artificial. Desde el punto de vista educativo, todavía tenemos mucho trabajo por hacer, y hay herramientas que, como respuesta a la prohibición, están haciendo lo contrario. Es una tarea complicada que, lamentablemente, creo que tomará un par de generaciones más para seguir trabajando.
En resumen, el tipo de comportamiento no ha cambiado, sino más bien el consumo.
Desde luego, el consumo ha variado más que el propio comportamiento.
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