¿Alguna vez nos hemos parado a pensar de dónde salen todas las noticias, artículos o entrevistas que leemos? ¿Nos preguntamos si toda la información que recibimos es cierta o puede estar sesgada? Nunca antes habíamos vivido una época tan fructífera para informar como a la vez peligrosa en dicha labor. El auge de las redes sociales ha coincidido con una época donde se persigue a muchos periodistas por, simplemente, hacer su trabajo.
Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Alfonso Armada, presidente de Reporteros Sin Fronteras España, dio una ponencia el pasado martes a los alumnos del Grado de Periodismo USJ sobre la realidad de la prensa y los periodistas alrededor del mundo. Armada habló sobre todo del problema que supone la desinformación continua que sufrimos en las redes sociales, impulsada por los gobiernos de Rusia y China con fines políticos.
Por supuesto, el periodista vigués se acordó de David Beriáin y Roberto Fraile, dos periodistas que fueron asesinados hace poco más de una semana en Burkina Faso, y señaló que se está trabajando en medidas para proteger a los periodistas que viajan a países en conflicto o con una alta peligrosidad. Y es que no podemos olvidar que más allá de nuestras fronteras, la situación del periodismo y la libertad de prensa es muy precaria. Según un ranking de Reporteros Sin Fronteras sobre la libertad de prensa en el mundo, más del 73% de los países restringen, en mayor o menor medida, la labor de los periodistas.
Alfonso Armada hizo una importante reflexión sobre el valor de la información veraz, el auge de la desinformación y los bulos en redes sociales, así como dio algunos consejos a los futuros periodistas: «lo más esencial son las fuentes de información, contrastar datos correctamente y ser un poco desconfiados». Además, Armada respondió a las preguntas de los alumnos y les instó a ser «incómodos» en su labor como periodistas.
Por último, el presidente de Reporteros Sin Fronteras destacó lo peligroso que es la constante vigilancia a la que estamos sometidos los usuarios de redes sociales e internet en general, señalando que somos un producto para las empresas, en vez de ser clientes. «Es muy importante leer en papel en vez de online, porque nos alejamos del mundo interconectado y así nadie tendrá acceso a lo que leemos, a lo que subrayamos y a lo que de verdad nos interesa», reflexionó Armada. «La lectura debe ser algo entre nosotros y el autor».
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