Gualberto Díaz Sáez es médico de familia y está especializado en homeopatía por el Colegio Oficial de Médicos de Madrid. Tras ver como su madre hizo uso de la misma para curarse, Gualberto decidió incorporar la homeopatía a sus consultas. “Durante mucho tiempo fui escéptico. Criticaba abiertamente su decisión, pero llegó un momento en el que vi el resultado de la aplicación de estos tratamientos”.
¿Cree que la homeopatía tiene límites?
Estoy seguro de que la homeopatía tiene límites de uso. No hay ninguna herramienta terapéutica perfecta, ni que valga para todo, sino, no habría enfermedades. En mi caso, hay situaciones en las que priorizo la utilización de medicamentos homeopáticos porque la relación calidad-riesgo juega a favor de la homeopatía. En otras situaciones como, por ejemplo, un paciente con cáncer, se debe hacer el tratamiento antitumoral con quimioterapia, radioterapia o cirugía, si así está indicado.
Entonces, ¿su uso se aplica en mayor medida para paliar los efectos secundarios?
Sí. Existe una sociedad internacional de soporte oncológico con homeopatía y la mayoría de sus artículos van en esta dirección. Habrá médicos que la recomienden y médicos que no, pacientes que la acepten y pacientes que no. Pero ¿qué sentido tiene prohibir a un paciente que recurra a una herramienta que ha demostrado que no interfiere y que está recomendada por un médico?
A pesar de todo, para algunos profesionales sus límites no están muy definidos
Un médico tiene que tener claro siempre cuál es el lugar que ocupa cada herramienta terapéutica. Si yo fracaso a la hora de elegir el medio adecuado para tratar al paciente, debo hacerme responsable de mi negligencia. Los médicos somos personas, nos podemos equivocar y responderemos ante nuestras equivocaciones. También hay que decir que los médicos homeópatas eligen lo que consideran que es mejor para el paciente teniendo en cuenta los estudios de investigación disponibles, las circunstancias del momento y las herramientas terapéuticas de las que dispone. Otros factores, como la experiencia profesional o los valores del paciente, también influyen en la toma de decisiones.
¿Qué opina de los casos de personas fallecidas por el uso de alguna terapia alternativa?
Es interesante que en los últimos años hay cuatro casos de fallecimiento, uno es de Italia. Ni siquiera han sabido encontrar más de tres casos en España. No puedes decir que hay gente que se está muriendo por culpa de profesionales que ejercen la medicina complementaria cuando no hay ninguna sentencia que los condene por ejercerla. Incluso si la hubiera, sigue siendo algo anecdótico. Siento muchísimo la pérdida de esas personas como médico, como paciente y como familiar; pero hay muchas más pérdidas en los quirófanos y no salen en los periódicos. Existen los fracasos terapéuticos, la gente que a pesar de su esfuerzo no se cura y existen también las negligencias profesionales. Ni una cosa ni la otra quiere decir que esa medicina no sirva.
Estas tragedias también se consideran una consecuencia de que existan personas que estén ejerciendo terapias alternativas sin apenas formación
Hay gente que se aprovecha de la desesperación de las personas. Por eso, es por lo que creo que debe haber médicos preparados para desmentir y clarificar qué es lo que vale y qué no en el tema de las medicinas complementarias. El Gobierno español debería hacer caso a las directrices de la Organización Mundial de la Salud. Si sacas de la formación la medicina complementaria, tendrás profesionales que no estarán preparados y una población que lo está demandando. Si la gente lo quiere y no tienes una forma cualificada de dárselo, no les queda otro remedio que acudir a gente que no está preparada y entonces sí que puede haber problemas.
«Cuando queremos buscar información adecuada para cada tema debemos recurrir a los expertos»
Algunas universidades han retirado sus cursos de homeopatía, ¿qué opina sobre ello?
Es una pena. Si a las instituciones que deben producir evidencias científicas, revisiones e información confiable se les niega a hacerlo, no habrá información en la que confiar. Estamos en un mundo global y todos los países de nuestro entorno incorporan la homeopatía en sus universidades, en sus sistemas de salud tanto públicos como privados y en sus investigaciones. Es una pena que el Gobierno propicie una medicina de pobres y de ricos.
¿Cree que quitar el título de homeópata contribuye a una posible clandestinidad?
Los pacientes que hoy en día son consumidores de medicinas complementarias y que están contentos van a seguir buscando esas medicinas. Si no las encuentran por el cauce formal van a buscar cauces informales o clandestinos. De modo que será una medicina clandestina para los pobres con ausencia de garantías. Y una medicina de ricos que podrán recurrir a centros en el extranjero. Hoy en día lo que existe es una norma europea que regula los estándares de formación en homeopatía de un profesional sanitario de tipo médico o farmacéutico. Te obliga a aceptar unos criterios de formación para que alguien se pueda llamar homeópata o especialista en ello.
¿La homeopatía necesita más difusión?
Lo que necesita la homeopatía es una difusión más correcta. Necesita más luz y menos humo. Lo que tenemos que hacer es que la gente se informe adecuadamente. Y no intoxicar a la población con información falsa o sesgada. Lo que está haciendo hoy en día el gobierno es convertirlo en algo marginal en manos de alguien que no lo debería estar utilizando.
¿Cómo puede distinguir una persona si una terapia es falsa?
Cuando queremos buscar información adecuada para cada tema debemos recurrir a los expertos. Se deben consultar sitios web que tengan un sello de calidad sanitaria. Con unos compañeros, tenemos un blog de homeopatía con un sello de calidad otorgado por una institución. Eso establece que es una web con información fidedigna, que resuelve conflictos de interés y con contenidos adecuados. Eso es lo que la gente tiene que buscar
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