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18 hoyos con Miguel Ángel Jiménez

Miguel Ángel nació en Fuentes de Águeda, Soria, un pueblo muy pequeño. Criado junto a seis hermanos en una casa de pueblo, lo último que le pasaba por la cabeza es que acabaría jugando a golf, y menos que se ganaría la vida con ello puesto que no conoció este deporte hasta los trece años.

¿Cómo conoció el golf?

Lo conocí cuando era monaguillo porque me ofrecieron subir los sábados y domingos a llevar carros. Nos pagaban muy bien y así lo conocí. Yo tuve la gran suerte de que cuando fui le hice de caddie a jugadores americanos que entonces venían a la peñaza de la base americana. Eran hándicaps muy bajos y de alguna manera se me quedaba en la retina cómo lo hacían y luego lo intentaba yo a escondidas porque entonces no se podía. Estaba prohibidísimo tocar un palo. Si te pillaban, te echaban o te decían en un mes no vengan. Basta que te pidan una cosa para que la hagas con más ganas, y las primeras veces que lo intenté se me daba bien.

 ¿Cuándo decidió que quería ser profesional?

Yo pienso que a partir de llevar año y medio haciendo de caddie, que incluso jugaba a escondidas algunas calles. Cogía algún palo y algunas bolas y entonces se me daba bien desde el principio. La suerte que tuve de hacer de caddie a esos americanos con hándicaps 2, 3,… y uno de ellos que hasta puedo decir el nombre, John Queto, me enseñó a hacer de caddie para que le ayudara a él, le llevara las bolas, no las perdiera, para que no molestara.. y los primeros conocimientos que tuve fueron por parte de este hombre. Y luego pues de alguna manera tuve suerte porque hubo tres torneos profesionales al principio de la peñaza y viendo profesionales se ve todo muy natural y los críos de alguna manera son buenos imitadores. Aprendí un swing con naturalidad y desde el principio le pegaba muy bien a la bola. Y ya decidí hacerme profesional cuando con 17 años recién cumplidos me ofrecieron ir a la mili para darle clases de golf al Teniente General. Ese año practicaba a todas horas, había días que hacía hasta 5 veces el campo. Es de nueve hoyos, es corto, pero hasta 5 veces. Ese año decidí que quería ser profesional y lo conseguí al año siguiente. Practicaba mucho pero no tirando bolas, sino jugando.

¿Cuándo decidió que debía de dejar de competir a alto nivel? ¿Tuvo su familia algo que ver?

Todavía no lo he dejado, pero a lo mejor dos veces al año. Enfoqué la profesión a la enseñanza. No tuve la suerte de tener sponsors como han tenido muchos porque en Zaragoza era difícil y más bien los sponsors o eras de Madrid, Barcelona o Valencia o era difícil. Lo que hace un sponsor es pagarte los viajes. La opción era dedicarme a la enseñanza y jugar torneos cuando podía. Ya no podía entrenar como antes y lógicamente después de dar clase lo último que quieres es ponerte a practicar tú.

¿Comparte la frase de “lo más importante del golf es la cabeza” que se suele decir?

No. En el golf la cabeza es importante para hacer pocos golpes, pero lo que necesitas es mucha técnica y un buen swing. La capacidad y fuerza mental te sirve para soportar los nervios cuando vas bien, que es cuando verdaderamente salen los nervios. Cuando te ves con posibilidades de ganar es cuando sientes la presión. Me he podido sentir nervioso alguna vez antes de salir, pero cuando pegas los dos primeros golpes ya te acabas. Yo sí que me he sentido muy muy nervioso en momentos de poder ganar, ahí es cuando de verdad se te atenaza todo, y cuando tienes que tener recursos para poder seguir jugando.

¿Qué es lo más difícil que se puede encontrar como profesor de golf?

Gente de mal genio. Y los hay. Y muchos. Hay que buscar una manera de cambiar la situación porque si no es insoportable. De alguna manera cuando se ponen a jugar al golf es como te diría yo… El golf ha sido siempre un deporte de élite o alto standing, ahora por suerte cada vez menos. Pero de alguna manera es gente que ha triunfado en la vida, y que no puede soportar que un palo y una pelota les saquen de quicio porque no pueden dominarlo.

¿Algún alumno se lo ha puesto realmente difícil como para creer que no podía corregirle o enseñarle?

Nunca. Nunca porque hay muchas formas de jugar. De alguna manera un buen profesor tiene que ser como un ingeniero, y adaptar posturas para poder conseguir que con lo que el alumno hace, pueda jugar, a lo mejor no puede ser un buen jugador puede jugar. Y esa es una de las ventajas del golf, que puede jugar gente muy mayor, a su manera, haciendo más golpes que otros pero puede jugar.

¿Qué le aconsejaría a alguien que no ha jugado nunca y quiere empezar a hacerlo?

Yo les diría que es el mejor deporte que existe con diferencia. Tengo muchos amigos deportistas de élite de otros deportes y que cuando empiezan con el golf pasan hasta de su profesión porque es lo que más les engancha pero por la complicación que tiene. Es un deporte que no tiene límite. Yo realmente veo disfrutar a muy poca gente, porque cuando cumples tus objetivos tienes más y quieres más. Y muchas veces les pregunto “¿Pero tú cuándo disfrutas?” porque siempre vienen del campo cabreados. Casi siempre se acuerdan de lo malo.

¿Considera el golf “un deporte”? ¿Cómo convencería a aquellos que dicen que no lo es?

Yo creo que es de los más completos en cuanto a que la dificultad que tiene, lo que te hace pensar, y sobretodo el tema de que no tiene límite, que siempre puedes más, que es lo que te engancha. Deportes más duros que el golf hay pocos. Un deporte en el que estás cinco horas en un campo y que mentalmente cansa muchísimo. Ya no cansa físicamente sino mentalmente.

 ¿Hay algún sueño que tenga aún por realizar en el mundo del golf?

Hombre, siempre tienes ilusiones. He ganado torneos pero a nivel de Pro-Ams (Pro-Amateur) Me encantaría ganar el año que viene un torneo profesional senior, y no descarto.

Pequeño test de golf

 ¿Compañero ideal para un partido? Por el ejemplo que dan jugando en el campo y por la forma de jugar: Retief Goosen y Darren Clarke. Dos pedazo de jugadores y el comportamiento es excelente.

¿Su campo favorito? Valderrama. He jugado dos veces pero es espectacular. Está en Sotogrande. Hay 130+ empleados para cuidarlos. La hierba es espectacular.

¿Has hecho algún hoyo en uno? Seis. Cerca de treinta eagles desde lejos, y esos te acuerdas de casi todos.

¿Un palo de su bolsa? El Sanwedge. Es el que más domino y el que más me gusta.

¿Su golpe favorito? El búnker. He tenido la suerte de meter muchas desde el búnker. Cantidad de veces después de un torneo me han venido profesionales a preguntarme consejos de cómo sacar mejor del búnker.

¿Un golpe a mejorar? El putt.

¿Su mejor tarjeta? -8 en La Peñaza.

¿Un golpe que jamás olvidará? Un golpe muy especial. Hoyo 18 en Valrromanas, que conseguía la tarjeta de profesional. Salida en alto, a la derecha fuera de límites, a la izquierda árboles muy altos. Por la tensión que llevaba, me ponía en la bola y me tenía que salir. Me ponía y me volvía a salir. Y a la cuarta que me coloqué, pegué el golpe de mi vida. Necesitaba hacer el par, fallé el birdie de medio metro pero el par me valía para convertirme en jugador profesional.

¿Una manía en el campo? Siempre marco la bola con la virgen del pilar, para que me de suerte.

¿Su mayor virtud en el juego? Nunca me enfado.

¿Un golfista español? Severiano Ballesteros.

¿Un golfista internacional? Bubba Watson.

Si pudiera elegir ganar un torneo, ¿cuál ganaría? El Masters de Augusta.

Universidad San Jorge